Si el candidato del PAN a la presidencia municipal de Puebla, Eduardo Rivera Pérez, se empieza a dejar llevar por el canto de las sirenas y a creer que la elección del próximo 06 de junio será un día de campo, porque ya la tiene ganada, su partido debería preocuparse.

Porque no hay que olvidar que Morena, vía la actual presidenta municipal y aspirante a la misma candidatura, Claudia Rivera Vivanco, ya le ganó en 2018.

Y se supone que en aquel momento la ola morenovallista arrastraría a Lalo a un inminente triunfo, el cual nunca llegó.

Desde luego fueron muchos los factores que se sumaron para que se concretara aquella derrota del panista y el triunfo de Claudia, tales como la moda y ola obradorista, así como el nulo apoyo morenovallista; sin embargo, hubo exceso de confianza en el equipo de trabajo de Lalo y, entonces, sucedió lo que ya todos conocemos.

Así que, cuidado, que ni Morena, ni la misma Claudia están muertos.

Hoy por hoy, la edil cuenta con recursos económicos suficientes para competir bien en caso de que sea ella la candidata, y ya con la experiencia y algo de madurez como para organizar una campaña poderosa.

Por algo está sacando del Ayuntamiento a quienes considera sus mejores hombres y mujeres para que la acompañen a su nueva aventura electoral, misma que parece no estar tan lejos.

El caso es que en el PAN de Lalo Rivera parece que ya empezaron a festejar sin motivo alguno, o por adelantado, que es lo peor. Más bien deben estar atentos, nada confiados, con la mente despejada y sin celebraciones anticipadas

Ayer, sus colaboradores empezaron a filtrar a los medios, desde su integración y discusión, la lista de regidores que acompañará a su candidato a la próxima elección. Olvidaron las formas y repartieron -ya como cargos seguros- nombres y posiciones de la lista del PAN.

Por cierto, entre los bendecidos por la mano de Lalo hay de todo, hay integrantes de distintos grupos, de chile, de mole y de rajas, como se dicen coloquialmente. Una “planilla plural”, como le llamaron los riveristas, integrada por 16 lugares, con presidente y sindico incluidos.

La planilla de Lalo Rivera está encabezada por él, como presidente municipal, y en la distribución de espacios, tras la negociación con las distintas fuerzas, particularmente con la presidenta del Comité Directivo Estatal (CDE), Genoveva Huerta Villegas, le tocaron a los riveristas 6 lugares (presidente, síndico, el 2 en la lista, así como 9, 10 y el 14).

El resto fue para el CDE, que se agenció 4 lugares (el 1, 6, 11 y el 12), al Comité Directivo Municipal (CDM), que encabeza Jesús Zaldivar Benavides, se le quedaron 4 espacios (los lugares 3, 5, 13 y el 16), al PRI le corresponden los lugares 4 y15 en la lista, al PRD el 7 y el 8 a la llamada Alianza Social (los ciudadanos).

Empero, llama la atención que de entre los integrantes de la planilla de Lalo Rivera se encuentren personajes que en el pasado le hicieron la vida de cuadritos porque que le juraron lealtad al morenovallismo.

Allí está el caso de Mercedes Aguilar López, quien fuera particular del ex gobernador finado, Rafael Moreno Valle Rosas, y quien ahora, desempleada, ya también le entregó su vida al riverismo.

Habrá que subrayar que Mercedes y su esposo, Maverick Molina Blanca, son compadres de grado de Rafael, y trabajaron alrededor de 15 años para el morenovallismo, como personajes del círculo más cercano.

Entre otras personalidades que ya son parte de la planilla de Lalo está Susana Riestra Piña, hermana de Mario y Rodrigo Riestra, ex colaboradores también morenovallistas que en su momento le dieron la espalda a su hoy candidato.

Un dato extraño es que el impresentable Jorge Aguilar Chedraui, otro ex morenovallista arrepentido y responsable del hoy financiero en salud, por al menos 400 millones de pesos, logró colocar a Luis Franco Martínez, un yucateco que hizo y deshizo en el seguro popular, cuando él era titular de Secretaría de Salud del estado.

Con razón le costó tanto trabajo a Lalo Rivera negociar y pactar su candidatura, pues tuvo que incluir a los judas que lo vendieron y le clavaron el puñal en la espalda, en su momento.

En lo personal, insisto que Lalo no se debe confiar porque también su gente tiene cola que le pisen.

Los poblanos de la capital, sin duda, hoy están hartos de tanta grilla, escándalo, nula obra y de la falta de una visión gubernamental, por lo que si Lalo quiere ganar debe impulsar un proyecto de rescate a la ciudad.

Un proyecto con los mejores hombres y mujeres, no con pan de lo mismo, ni con quienes tienen cuentas pendientes -con la ley o su partido-, o graves escándalos de traición en el pasado.

Es por ello que insisto, cuidado, mi Lalo, porque aún no tienen nada ganado.

poncharelazo@yahoo.com.mx

En twitter: @poncharelazo

Facebook: Alfonso González

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