La música está siempre ligada a los recuerdos de los viajes que hiciste o que vas a llevar a cabo. Así como el cine permite soñar en ir al lugar de las escenas vistas, escuchar una canción te motivará a viajar para sentir, bailar o solo relajarte.

Agustín Lara sin buscarlo, se convirtió en un promotor de enorme valía para muchas ciudades del mundo. Ya en estas páginas he descrito viajes a Granada, España que a través de la composición del maestro Lara los hace más memorables.

Ahora viajemos a Madrid, capital de España, la ciudad de los Austrias, de los Habsburgo y también de la famosa “movida madrileña” que fue todo una época de evolución hacia una nueva forma de vivir la ciudad del rio manzanares, del Santiago Bernabéu y también de la Puerta de Alcalá que además de ser un monumento histórico, fue el símbolo de una generación a través de una canción en los años 80 del siglo pasado.

Llegar a Madrid al aeropuerto de Barajas es una experiencia increíble por la modernidad de la terminal 4 que augura una experiencia trascendental para él viajero. Una forma práctica de llegar el centro de la ciudad es a través de la línea 8 que conecta a la terminal aérea con la estación de “Nuevos Ministerios” en donde se puede cambiar de línea y acercarse al centro o tomar un taxi y llegar a tu destino.

Si llegaste al medio día, llega al hotel, regístrate y después toma un baño para de ahí salir a recorrer las calles, para que el jet lag pase rápidamente y puedas empezar a orientarte. Imagina que te hospedas en el mítico hotel Liabeny, ubicado en el “viejo Madrid” junto a la calle de Preciados en la Plaza del Carmen. Sal del hotel y a unos pasos encontrarás la plaza del sol, lugar de celebración y festejos como los de Año Nuevo y que se conoce como el kilómetro 0, el lugar en donde todos los caminos inician en España.

Continúa tu caminar por la calle “carrera de San Jerónimo” que te llevará hasta el congreso, la embajada de México y te dejará en el Paseo del Prado.

Regresa por el paseo hasta la Gran Vía en donde te acercarás nuevamente al hotel para que descanses y al otro día puedas visitar el Museo del Prado, El Palacio Real de Oriente, El Museo Reina Sofía y el Thyssen Bornemizsa así como dar un paseo por el parque del retiro y el barrio de Salamanca, famoso lugar de restaurantes, boutiques y tiendas de lujo.

Madrid tiene mucho por hacer y pausas por tomar, ya que a diferencia de otras capitales europeas, los turistas mexicanos sentimos a Madrid como un lugar para estar sin necesidad de visitar para acumular.

Terminemos cantando las notas de Agustin Lara:

”Cuando llegues a Madrid, chulona mía

voy a hacerte emperatriz de Lavapies;

y alfombrarte con claveles la Gran Vía,

y a bañarte con vinillo de Jerez.

En Chicote, un agasajo postinero

con la crema de la intelectualidad

y la gracia de un piropo retrechero

más castizo que la calle de Alcalá.”

Viajemos juntos

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