Karla María Tame Narváez vive para la Física, una ciencia que la impulsa a buscar nuevas respuestas y colaboraciones con investigadores de distintas partes del mundo. Su perseverancia y trabajo han hecho que la egresada de la Facultad de Ciencias Físico Matemáticas de la BUAP sea parte del Max-Planck-Institut für Kernphysik, de Alemania, donde actualmente está por concluir su doctorado.

Karla Tame ha tenido claras sus metas desde la licenciatura, cuando encontró el respaldo de la Universidad y de los profesores para perfilar su camino como investigadora. Como estudiante de la FCFM tuvo una destacada participación en foros académicos nacionales y programas de movilidad en instituciones prestigiadas, como el Fermi National Accelerator Laboratory (FERMILAB), como integrante del grupo de seis estudiantes mexicanos seleccionados en la convocatoria 2017 de Estancias de Verano Científicas en Laboratorios Experimentales en Física de Altas Energías en el extranjero.

Asimismo, realizó una estancia en la Facultad de Ciencias de la Universidad de Colima, como parte del programa de Verano de Investigación, con apoyo de una beca otorgada por la Academia Mexicana de Ciencias. Esta oportunidad le permitió realizar un trabajo sobre neutrinos, con la asesoría del investigador Alfredo Aranda Fernández.

Karla María Tame recuerda que desde niña se inclinó por las ciencias, después pensó en estudiar Medicina; sin embargo, fue en preparatoria donde la materia de Física se reveló como una forma diferente de comprender ciertos fenómenos de la naturaleza, esto gracias al entusiasmo y metodología de su profesor, quien a través de experimentos lúdicos mostró a sus alumnos la parte aplicada de esta ciencia.

“Sobre cómo llegué a estudiar ciencias, bueno de niña quise ser muchas cosas, astronauta, por ejemplo, y cuando le conté a mi mamá dijo que tendría que estudiar muchos años y eso mató un poco mi sueño. Después quise estudiar Medicina, pero en preparatoria tuve un maestro de Física que se salía de lo convencional y nos ponía experimentos que me impresionaron; entonces le pedí que me ayudara a participar en las olimpiadas de Física y ese año, sin prepararnos demasiado, me aventuré a competir”.

Esa experiencia fue decisiva porque le permitió conocer el ambiente de lo que elegiría posteriormente, pues al pasar a la segunda etapa, antes de la competencia nacional, tuvo que ser entrenada por maestros de la BUAP. Así, durante algunos meses tomó clases en la FCFM, donde supo que allí estudiaría: “Ese era mi lugar. Desde ese momento decidí que entraría a Física en la BUAP, porque además es la mejor en el estado”.

De esta forma, en el 2012 Karla Tame ingresó a la Facultad de Ciencias Físico Matemáticas de la BUAP, a la carrera de Física Aplicada, aunque en el camino encontró que realmente era la Física Teórica la que había ganado su corazón y fue así como redireccionó su interés a la Física de Partículas, que le permitió coincidir con el doctor Lorenzo Díaz, con quien tuvo desde el principio una gran afinidad.

“Cuando un profesor te enseña con pasión y te alimenta la seguridad de que todo estará bien, entonces no hay miedo de salir a otros lugares, porque sabes que en algún punto podrás retribuirlo a tu país, a donde siempre podrás regresar”, refiere Karla Tame al reconocer la influencia positiva que ha tenido el doctor Lorenzo Díaz en su profesión como física.

“Conocerlo cambió el curso de mi carrera porque no conocía la Física de Partículas hasta que entré a sus clases y él siempre se mostró abierto conmigo, nunca me limitó, supo escuchar mis ideas con respeto y nunca dudó en alentarme para ir más allá”.

Recordó que al final de su licenciatura quería continuar la maestría, pero aún no encontraba un modelo a seguir que la motivara a hacer el tipo de Física que quería. Fue cuando le cuestionó al doctor Díaz qué necesitaba para destacar, para ser la científica que soñaba ser, y él respondió que si eso buscaba tenía que salir al mundo y conocer otros lugares, porque la ciencia es mundial.

“Así que me ayudó a prepararme para conseguir mis sueños. Me recomendó participar en un concurso llamado “Veranos científicos en el extranjero”, así tuve la fortuna de irme a FERMILAB, en el último año de mi carrera. Esa experiencia fue muy importante porque fue la primera vez que supe que necesitaba trabajar mucho para estar al nivel de la ciencia internacional”.

A su regreso a México, el siguiente paso fue pensar en dónde cursar la maestría. El país electo fue Alemania; sin embargo, Karla Tame tendría que enfrentar un nuevo desafío ya que los tiempos de la convocatoria de becas Conacyt y su titulación no coincidían, lo que implicaba esperar un año para postularse. No obstante, su insistencia la llevó hasta el Rector Alfonso Esparza Ortiz, quien accedió a apoyarla para que pudiera adelantar sus exámenes de todo un semestre y poderse graduar a tiempo para acceder a la convocatoria Conacyt.

Tame Narváez obtuvo el apoyo del Conacyt para estudiar la maestría en Física de Partículas en la Universidad de Heidelberg, en Alemania. Tras concluirla y dados los buenos resultados que logró, le ofrecieron una plaza para hacer el doctorado en el Max Planck Institut für Kernphysik, en Alemania, donde se encuentra cursando el doctorado en Física de Partículas.

Desde sus primeros años de maestría ha generado diversos artículos con filiación internacional; uno de ellos es un logro que le genera mucha satisfacción, pues se trata de una colaboración con el doctor Lorenzo Díaz y con otros investigadores de distintas instituciones.

Es así como la BUAP le abrió las puertas a la Física, con una formación que le ha permitido tener una competencia internacional en otras instituciones, donde la exigencia científica es rigurosa y muy demandante.

 

Nuevas teorías para explicar lo experimental

Respecto al trabajo que actualmente desarrolla, Karla Tame refiere que en el Gran Colisionador de Hadrones (LHC) desde hace muchos años se han encontrado distintas partículas, siendo el bosón de Higgs la más reciente. Estas requieren teorías que puedan explicar lo encontrado en el experimento, y es ahí justamente donde el trabajo de la Física Teórica de Partículas cobra importancia y se justifica.

“La Física experimentalmente se encuentra en una posición en la que necesita una brújula para saber dónde buscar y caminar hacia una determinada dirección, a partir de los experimentos que se realizan; por ejemplo, en los colisionadores. Mi trabajo entonces consiste en crear modelos que puedan explicar esto y dar regiones en las que el experimento puede buscar por estas nuevas partículas. Específicamente me enfoco en la materia oscura que posiblemente se pueda observar en futuros experimentos con detectores de partículas, programados para el 2024; por eso proponemos teorías que den una explicación a esos fenómenos naturales”.

Cuando se quiere estudiar Física con mucha precisión en cosas experimentales, añadió, se necesita manejar una gran cantidad de datos; por ello incursionó, junto con su asesor, en la técnica de machine learning, un tipo de aprendizaje automático o rama de la inteligencia artificial con el que se diseñan mecanismos para dotar a los sistemas computacionales de capacidad de aprendizaje.

Entre los algoritmos más usuales de machine learning que se utilizan al realizar un análisis multivariable en Física de Altas Energías se encuentran las redes neuronales artificiales, los árboles de decisión y las máquinas de soporte vectorial.

“Esta técnica es muy novedosa, es algo que apenas se está probando, y hay grupos muy fuertes que utilizan esta herramienta para dar límites al manejo de datos”, concluye la investigadora Karla Tame, una mujer amante del arte y la danza, quien reconoce en el quehacer científico un espacio idóneo donde proyectar sus objetivos de vida.

 

 

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