Se describe que la palabra solidaridad proviene del latín soliditas, que expresa la realidad homogénea de algo físicamente entero, unido, compacto, cuyas partes integrantes son de igual naturaleza. Es posible encontrar diversos significados para este término tan conocido, que se define como: adhesión circunstancial a la causa o a la empresa de otros. Es hacer propias las causas ajenas, partir de la visión social y del “si me importa” y la frase emotiva de: “no estás solo”, que son manifestaciones evidentes de este valor.
La teología cristiana adoptó el término solidaritas, aplicándolo a la comunidad de todos los hombres, iguales por ser hijos de Dios y vinculados estrechamente en sociedad. En este contexto, vemos que para la teología el concepto de solidaridad está estrechamente vinculado con el de fraternidad entre los seres humanos, que les impulsa a buscar el bien de todas las personas, sólo por el hecho de que todos son iguales en dignidad gracias a la filiación divina. Sin olvidar que estas premisas no eran universales para todos los seres humanos, sino a esa construcción jurídica y política de persona o ciudadano a quienes se les reconocía en comunidad, no así a otros seres humanos con estatus diferenciado (esclavos) o cualidades diferenciadoras con una visión discriminatoria (género o discapacidad).
En el área del derecho privado (derecho civil y derecho mercantil en su rubro de sociedades mercantiles), se entiende que los socios en una empresa, sociedad o asociación son solidarios cuando son individualmente responsables por la totalidad de las obligaciones. Jurídicamente, la solidaridad implica una relación de responsabilidad compartida, de obligación conjunta. Lo anterior implica el asumir de manera conjunta las consecuencias (positivas o negativas) derivadas de esa sociedad.
La doctrina social de la iglesia entiende la solidaridad como sinónimo de igualdad, fraternidad, ayuda mutua, en un todo unido a los conceptos de responsabilidad, generosidad, desprendimiento, cooperación y participación. Es una esencia mística y axiológica que también se comparte deontológicamente en la visión de justicia y como valor del derecho cuando se contemplan formas de erradicación de condiciones de vulnerabilidad a personas o grupos que no cuentan con las mismas posibilidades de otros integrantes de la comunidad. No existen personas vulnerables, pero si contextos que los ponen en esa situación, de ahí que quienes están en mejores posibilidades, propicien, impulsen y apoyen las causas que los logren.
En estos tiempos, en que el mundo vive la pandemia, el valor de la solidaridad debiera estar inmersa tanto en la dimensión humana como en el aspecto social y también profesional (latente en el personal médico y de enfermería que hoy demuestran lo que siempre han sido: héroes y heroínas cuya gratitud debe pasar por la dignificación de su labor con mejores condiciones de trabajo y el constante reconocimiento social). Se trata de un concepto, un valor, una forma de enfrentar la relación con los demás que es eminentemente positiva porque evidencia el interés de cada uno de nosotros por el bien del prójimo, anímicamente parte de la empatía, del procurar al otro despojándose de actitudes egoístas.
La solidaridad se desprende de la naturaleza misma de la persona humana, indicando que los individuos no están solos, prefieren vivir acompañados porque el ser humano, social por naturaleza (desde el alumbramiento requiere del cuidado de otros para sobrevivir), no puede prescindir de sus iguales ni tampoco intentar desarrollar sus capacidades de manera independiente (el desarrollo de su personalidad, habilidades y capacidades requieren del saber colectivo, la transferencia de información y el intercambio constante). En la Teoría Política permite configurar a la República (cosa pública) al reconocernos seres sociales, la forma de organización parte de un interés general por encima del interés individual, en el entendido que todas las personas que conformen esa agrupación se verán beneficiados colectivamente al ceder su visión particular por una general y solidaria.
@TPDI
