Nos adaptados a todo: a usar menos el auto porque la gasolina sube y sube, al confinamiento por pandemia, a bajarle al “pancito” por la edad… ¿Pero podemos adaptarnos a vivir sin agua?

El tema del agua debería de preocuparnos tanto o más que la pandemia. Bien o mal se comienza a ver la luz en esta batalla contra el Covid. Excesivamente lentas, pero ahí van las cosas. Pero contra la escasez de agua, para México se ve muy lejos la victoria.

El 100 por ciento de las colonias de la ciudad de Puebla carecen de abasto de al menos 100 litros de agua al día por persona. Y de acuerdo con el CONEVAL, a nivel nacional, 73 por ciento de la población la recibe diariamente, pero de ahí, 13.9 cuenta con ella de 3 a 6 veces por semana, y 13.1 de 2 o menos veces por semana.

Este 2021 la meta de la industria del agua debería estar enfocada en lograr una buena gestión de este vital líquido y avanzar hacia una mayor resiliencia. En hacer llegar este servicio esencial a toda la población, asegurando su saneamiento y replanteando sus procesos y formas de gestionar a través de nuevas tecnologías.

Les comparto 4 puntos del informe Global Water Trends 2021 de Idrica que si hay interés, las ganas y el capital, me parece son un área de oportunidad bastante prometedora:

1. Hay que acelerar la digitalización de los procesos para seguir avanzando en la gestión remota y colaborativa. El Covid nos ha demostrado que somos capaces de trabajar de manera remota y que tal vez pronto, será cosa del pasado el estar ligado a un puesto físico.

2. Detectar de manera automática fugas y evitar el desperdicio de miles y miles de litros es posible mediante la implementación de avances tecnológicos en sensórica y en comunicaciones. ¿Se imaginan no ver más esas fugas a media calle? Yo sí.

3. Riego inteligente en el sector agrario. Una inversión que garantiza la mejora de la sostenibilidad medioambiental al reducir su huella hídrica y de carbono.

4. Aplicación del 5G. Este punto va de la mano del primero. Al ser una red de baja latencia y con alta capacidad para conectar millones de dispositivos en un área reducida, se podrán gestionar tareas e infraestructuras de manera autónoma, remota y compartir datos en todo momento, en tiempo real.

En definitiva estas innovaciones tal vez sean pan comido para lugares como Dubai o Suiza. Pero pensar que en Puebla pudiéramos mejorar una realidad que comienza a ser “otra pandemia”, suena esperanzador. Que poco a poco lugares como San Rafael Comac no dependan más de pipas. Que exista en la zona de Angelópolis la infraestructura necesaria para hacer llegar el agua a todos. Que se dejen de explotar en Acatepec los pozos de agua, y que en el campo como en San Luis Tehuiloyocan, en San Andrés Cholula, no tengan que pagar por hora el agua que utilizan para cuidar de frutas y verduras que hoy, tú y yo tenemos en nuestra mesa.

www.felipesandoval.com

 

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