El ser maestra o maestro  de profesión no es una tarea fácil y menos lo ha sido durante la pandemia, ya que la mayoría  de los académicos tuvieron que salir de sus casas para irse a trabajar a las comunidades cercanas al volcán Popocatétl como San Nicolás de los Ranchos, entre otras zonas, en donde tuvieron que  caminar varias horas   para llevar cuadernillos a sus alumnos y  no perdieran clases los chicos.

Muchos  docentes  no les importo que estuvieran expuestos a enfermarse de covid, siguiendo todas las  recomendaciones de las autoridades de salud y de educación acudieron a trabajar a las comunidades y dejar tareas a  sus alumnos.

Maestras de San Nicolás de los Ranchos   innovaron en el aprendizaje con alumnos

En entrevista con  la  maestra  Dayhana Sánchez Cuevas, mentora de la Escuela Primaria Oficial Leandro del Valle, ubicada en  la zona de San Nicolás de los Ranchos,  dijo que es  comprometida con su trabajo desde hace 25 años, situación que le ha permitido lograr ir formando a diversas generaciones de alumnos.

Indicó que  siguió  todos los protocolos y normas sanitarias para cumplir con su labor  de contribuir con la calidad educativa y no permitir que los alumnos se atrasaran con  el aprendizaje de sus alumnos.

A lo largo de su trayectoria mencionó que le ha tocado vivir varios sucesos con sus alumnos  como por el ejemplo el desalojarnos de forma ordenada de sus alumnos por el aumento considerable  de la actividad el Volcán Popocatépetl.

En este mismo contexto expresó que le ha tocado ver como saca lava el coloso y proteger la salud de sus alumnos.

“Ya sé cómo  actuar en caso de  presentarse alguna emergencia  por  Don Gregorio, por ello es que hemos salido delante de los diversos acontecimientos registrados», precisó.

Un aspecto triste que le ha tocado ver con la pandemia es que sus alumnos no tienen  un celular o una tableta para aprender en línea, porque la pandemia sorprendió a todos y  los obligo a buscar nuevas formas de enseñanza.

Por lo anterior tuvo que implementar  la entrega de cuadernillos, mediante los cuales asignará tareas e impartiera conocimientos con sus alumnos para que no perdieran el ciclo escolar.

“Para mi ser maestra es  tener amor a mi profesión,  tener tolerancia, fortaleza, profesionalismo, pero sobre todo empatía con los demás,   pero sobre todo  tener empatía con otros en este  tiempo de pandemia ha sido importante, tener  empatía no sólo con alumnos, padres de familia,  así como  también con  sus  compañeros y compañeras del magisterio”, destacó.

Resumió que ser maestra es un honor y una gran responsabilidad con sus alumnos y alumnas.

Recuerda que entre los trabajos destacados es que realizó fue  una poesía  junto con sus alumnos y lo gratificante para ella es que le realizaron canción en la región, debido a que  proyecta  la cultura y las  tradiciones de la zona.

Lo más importante  para ella es tener salud y vida en estos momentos y seguir compartiendo con su familia y sus alumnos.

Por lo que reconoce la labor y profesionalismo de sus compañeras y compañeros del magisterio, quienes realizaron todos y todas  un gran esfuerzo.

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