De acuerdo con la firma Manpower, el 58% de los jóvenes mexicanos entre 18 y 29 años piensa que el no tener experiencia es el primer obstáculo para entrar al mundo laboral; y el 79% de los encuestados aceptaron tener dificultades para conseguir un empleo.
No sé a ti, pero a mi me preocupan estos números, y más, si tengo hijos que rondan por estas edades. ¿Qué está pasando en nuestro país? Me queda claro que la pandemia nos vino a dar en toda la torre, pero cómo puede ser que en lugar de abrirse se estén cerrando puertas.
Creo que tanto el que aplica como el que contrata deben desde ya hacer las cosas diferentes. No digo que vayan a encontrar el hilo negro, pero si por un bicho cambiamos hábitos en casa, sociales, de salud… ¿por qué no hacerlos en el trabajo?
Comencemos por el que emplea. Creo que desde nuestra posición debemos sacudirnos un poco nuestros sistemas tradicionales y escuchar lo que las nuevas voces tienen para decir. Tan fácil, si tu hijo es parte de tu empresa familiar, ¿votarías en contra de su propuesta sustentada de cambiar maquinaria en la fábrica?
Tenemos que desempolvar las mentes, los escritorios y las carteras. La primera para aceptar que siempre será mejor tener en tu equipo de trabajo gente que sepa más que tú. Los segundos para darle espacio a nuevos talentos que puedan conjugar con el que ya tienes. Y ojo, digo conjugar no reemplazar, no me vayan a salir con que “es que Felipe me dijo que era mejor darle las gracias a Don Manuel”, ¡qué pasó! Y por último, y no menos importante, no porque el talento sea joven o con poca experiencia significa que le vas a pagar poco. Checa cómo andan los sueldos y vuélvete competitivo. Se siente bien que todos quieran trabajar en tu empresa.
Ahora, qué hay de ti, el que busca empleo. ¿Qué estás haciendo para cambiar tu realidad? Volviendo a la encuesta de Manpower, pero tomando los números de Latinoamérica, el 63% de los encuestados ha decidido buscar y tomar cursos adicionales a su carrera: idiomas, coaching, liderazgo, comunicación, redes sociales… ¿Estás tú entre ellos?
O qué tal si tienes un tío con una empresa textil y tú estás estudiando para agrónomo, créeme que seguro algo se te pega y te va a servir para tu vida futura. Así que ya vele mandando un mensaje de texto para ver si te da chance de ir en tus tiempos libres a partir de mañana.
También es importante que las empresas nos sumemos al sector educativo para que más allá del famoso servicio social de seis meses, existan cursos, talleres, intercambios con los estudiantes para que salgan más empapados; que tengan si no la experiencia, el conocimiento de cómo está la cosa allá afuera y tengan más herramientas para buscarle y postularse.
Y bueno, ni qué decir del apoyo que debería darse a nivel federal, estatal o municipal. Ojalá que el apoyo de organismos como el Consejo Coordinador Empresarial o la Secretaría del Trabajo y Previsión Social sean más tangibles y lleguen en tiempo y forma a las manos correctas.
Por Felipe Sandoval
www.felipesandoval.com