Si la denominación de Pueblo Mágico considerara el trato que dan los pobladores del lugar al visitante, seguramente Tepoztlán perdería su nombramiento.
Este es uno de los 132 pueblos mágicos, pero sus lugareños –en su mayoría aquellos dedicados a la prestación de servicios–, pareciera que tienen como consigna ahuyentar al turismo.
Ubicado a 82 kilómetros al sur de la Ciudad de México, en el Estado de Morelos, el lugar es poseedor de un encanto mágico-místico. No por nada se encuentra lleno de forasteros amantes de la new age. Los primeros asentamientos de estos neo hippies surgieron por allá en los años 80 con el grupo de los Elefantes blancos y Alberto Ruz –hijo del famoso arqueólogo francés, descubridor de la tumba de Pakal en Palenque –a la cabeza del movimiento.
Con los años, Tepoztlán se convirtió en un centro de energía debido a una combinación extraña donde los adoradores de Quetzalcóatl –quien ahí nació y tiene su santuario en la cima del cerro–, conviven con los amantes del fenómeno ovni –debido a los avistamientos en el Tepozteco–, los vendedores de cuarzos, velas, atrapasueños, ropa, productos para feng shui, así como terapeutas de energías reparadoras.
La otra parte, la de los prestadores de servicios turísticos (hoteles, restaurantes, estacionamientos) se encuentra plagada de asaltantes; gente que descaradamente obliga al turista a pagar precios no convenidos o cuentones en un puesto de memelas.
–Son 3 horas del estacionamiento.
–Pero si llevo 2 horas y 2 minutos…
–Pero ya se pasó de las 2 horas y se cobra la tercera.
–Pero ahí dice que hay 5 minutos de tolerancia…
–Mmm… sí, pero los 5 minutos de tolerancia son sólo para la primera hora.
–¿Y dónde dice?
Como visitante uno se da cuenta que esta gente se ha convertido en un costal de mañas y que difícilmente se puede dejar de levantar las manos a manera de un asalto consensuado.
Terminando de comer y saliendo de la fonda:
–El estacionamiento es aparte, son 50 pesos.
–¿Y dónde dice que se cobra? Acabamos de comer aquí.
–No dice, pero es aparte… bueno, deme 40 pesos.
–Toma 20 y di que te fue bien.
Ya de los precios en la comida, ni qué decir:
1 taco de cecina $60
3 tlacoyos de requesón $120
1 cecina extra (mini porción) $40
3 cafés de olla $75
1 coca cola $25
1 quesadilla de champiñones $55
1 quesadilla de champiñones con chales $60
1 quesadilla de tinga $60
Para un cuentón de $495 pesos, más el estacionamiento ¡en un puesto de memelas!
En otro restaurante frente al mercado, una “tabla de quesos” –porque no se puede consumir bebidas sin alimentos –en un platito cafetero: una lechuga, unos tomates Cherry casi podridos, 4 aceitunas, unos trocitos de queso panela y manchego (ambos ya rancios) $95 y cada una de las 4 cervezas $50, la cuenta con la propina incluida da un total de $324.50
El blog de la Secretaría de Turismo menciona de manera importante que: “El Programa Pueblos Mágicos contribuye a revalorar a un conjunto de poblaciones del país que siempre han estado en el imaginario colectivo de la nación y que representan alternativas frescas y variadas para los visitantes nacionales y extranjeros.”
Pero en Tepoztlán, al parecer olvidaron capacitar a los prestadores de servicios para comprender que, en la medida en que sorprendan al turista para hacerse de unos pesos más, contribuyen a ahuyentarlos, pues quién en su sano juicio vuelve a un lugar donde se siente maltratado.
Mejor nos vamos a Cuetzalan.
F/La Máquina de Escribir por Alejandro Elías
@ALEELIASG