Hoy más que nunca las tareas suelen ser más automatizadas, y aunque muchas empresas aún requieren que sus colaboradores estén de manera presencial en sus oficinas, muchas otras han descubierto maneras de ser más productivas permitiendo flexibilidad en los lugares de trabajo. ¿Desde su casa, la playa o su ciudad natal? Lo que importa son los resultados.
El 11 de enero de este 2021 se publicó en el Diario Oficial de la Federación la reforma a la Ley Federal del Trabajo en materia de teletrabajo o home office. Con esto se reconoce el desempeño de actividades remuneradas en lugares distintos al establecimiento del patrón, por lo que no se requiere la presencia física en el centro de trabajo.
De acuerdo con una encuesta de OCCMundial, el 57% de las compañías planea dejar algunas posiciones desde casa de manera permanente. Pero, ¿cómo vamos en Puebla? Si bien la pandemia ha contribuido a la planeación de este escenario, es vital hacer las cosas bien. No hay que hacerse los locos y sólo mandar a la gente a casa y ahorrarnos la renta de la oficina, la luz, internet y el café.
Comencemos por adecuar los contratos de aquellos colaboradores que nos funcione trabajen de manera remota. Durante el primer trimestre de este año sólo 7 de cada 100 empresas en México han realizado este procedimiento. ¿Tú cómo vas?
“Las nuevas tecnologías mejoran los flujos de trabajo, promueven nuevas formas de almacenar y compartir información, y contribuyen a la conectividad y movilidad remotas, transformando el trabajo en algo más fluido y flexible.” – Observatorio de Competitividad y Nuevas Formas de Trabajo Escuela de Negocios, UPAEP Universidad
Así como pasaba dentro de nuestras instalaciones, nuestros colaboradores deben contar con las herramientas necesarias para desempeñar sus labores a distancia: computadora, luz, internet… Y ojo, este último toma en cuenta la velocidad de subida y bajada de datos. No es lo mismo ver Netflix en una sola pantalla, que tener a sus hijos en clases en línea y tener que enviar un proyecto que pesa más de 1GB.
Contempla la flexibilidad de modalidad y que tus colaboradores también la entiendan. Básico tenerla presente en tus contratos.
Por último y no menos importante, siempre habrán bomberazos y días de cierre que nos lleven más tiempo de lo acordado. Creo que eso todos lo entendemos, pero el hacer home office en ocasiones nos lleva a rebasar los tiempos laborales. Respeta y que tus colaboradores respeten el tiempo de desconexión digital. Si Benito Juárez viviera estos tiempos seguro replantearía su célebre frase: “El respeto al tiempo laboral offline es la paz.”
Nada debe cambiar si trabajas a unos metros de tus colaboradores o a kilómetros; esa misma confianza deberá permanecer para el bien común de la empresa. Si las cosas cambian, te aconsejo replantear tu modus operandi o si es necesario, buscar nuevos talentos.