Palabras más palabras menos así lo manifestó el consejero del INE Ciro Murayama el día de ayer con su tocayo Ciro Gómez Leyva, algo que augura que en materia de revocación de mandato las cosas no serán fáciles.

Sin embargo, no es de extrañarse que el presidente de la República busque este tipo de confrontaciones para conseguir su objetivo de polarizar a la ciudadanía, ganar más votos en los siguientes procesos electorales y de paso minar al árbitro electoral.

Estamos hablando de un recorte de casi 5 mil millones de pesos al INE, 4 mil 913 para ser exactos, que después de una intensa batalla fueron avalados por el pleno de la Cámara de Diputados y que difícilmente habrá marcha atrás.

En esta tesitura, lo que se espera para los próximos días es un estira y afloja que al final solo se traducirá en en nuevas fechas para este inédito ejercicio de democracia participativa, como ya sucedió hace unas horas, pero sobre lo avalado por el congreso.

Si de algo sirve y partiendo de la máxima de que «mal de muchos, consuelo de tontos», el INE no es el único golpeado por la bancada de Morena en su presupuesto, ya que el poder judicial, el Consejo de la Judicatura y la Suprema Corte de Justicia de la Nación en lo particular, también sufrió una serie de recortes equivalentes al 60% de lo que le fue retirado a la instancia electoral.

De lado de los beneficiados aparecen las secretarias de Agricultura con 2 mil 700 millones de pesos, la del Bienestar con 2 mil 457 millones y la de Salud con 1,850 millones. Junto con ellas pero con montos menores figuran las secretarías de Relaciones Exteriores, Educación Pública y del Trabajo, así como la Cámara de Senadores.

En materia de seguridad no hay cambios significativos y todo parece indicar que tampoco habrá FORTASEG que anteriormente servía para apoyar a municipios y estados prioritarios, ya que va en contra de la política de «abrazos no balazos» y la capacitación policial en este momento no importa, solo la militar.

Un análisis prospectivo con estos escasos elementos apunta a que las prioridades del gobierno federal están en los programas sociales, esos que con toda seguridad le redituarán mejores dividendos en los siguientes ejercicios de  democráticos, tanto de revocación como de elecciones en los estados, que como el partido en el poder ha dicho, va por todas.

En síntesis, la revocación de mandato sí se llevará a cabo porque es más sencillo comparada con las elecciones realizadas en el año que está por concluir y terminará ajustándose a las circunstancias pero no sé cancelara ya que a nadie conviene, mucho menos al INE.

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