ARIANNA COS
LA MARIPOSA NARANJA
Este jueves se cumple un año más de que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) declarara al 25 de Noviembre como la fecha anual para conmemorar el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia Contra la Mujer.
A 22 años de esta declaratoria, por más esfuerzos a nivel internacional de la ONU tanto a nivel local en cada país, la situación de las mujeres sigue siendo precaria.
Tan solo en México como ya les he mencionado, las autoridades reportan que 9 mujeres son asesinadas diariamente, aunque organizaciones civiles denuncian que son 20.
La pandemia desgraciadamente trajo como consecuencia aparte de la crisis sanitaria, la denominada otra pandemia, es decir, la del aumento de la violencia contra las mujeres.
Como se ha señalado por las instancias pertinentes y por expertas y expertos en la materia, el motivo de este aumento fue el confinamiento obligado ya que se incrementaron las horas en que las víctimas de violencia doméstica pasaban al lado de sus parejas.
Asimismo hubo un incremento en los casos de violación y embarazos en adolescentes. Como ya es sabido, generalmente el violador suele ser alguien muy cercano a la familia, como el abuelo, el tío, el primo, un amigo, o más aberrantemente, el mismo padre.
Al pasar horas y horas confinadas con los agresores sexuales, muchísimas niñas y adolescentes fueron presas mucho más fáciles para ellos.
Sin duda la pandemia es un parteaguas en la violencia contra las mujeres. Los avances que de por sí eran a cuentagotas para combatirla, fueron echados abajo por un ser que ni podemos ver a simple vista y que resultó ser un enemigo no sólo a nivel salud física, sino a nivel emocional por todas las consecuencias que trajo y seguirá trayendo.
La vida que llevarán las niñas y adolescentes que tan a temprana edad quedaron embarazadas, será muy difícil. Es muy complicado que puedan continuar con sus estudios pero más allá de ello, su estado emocional será el más afectado.
Más en un país como México donde el machismo aún impera y se considera a la mujer como la única responsable de un embarazo no deseado, deslindándose los varones de su parte de responsabilidad. Asimismo, se sigue pensando que las mamás tienen la obligación de cuidar ellas solas a los hijos. Con este panorama, ¿qué les espera a nuestras niñas y adolescentes?
¿Qué nos espera a las mujeres en general en una sociedad donde la descomposición social que estamos viviendo es alarmante?
Tan solo la semana pasada nos enteramos del caso donde una mujer fue asesinada en Zacatlán por su ex yerno tan sólo porque ella intervino en una discusión entre su hija y él y este fin de semana una mujer de 72 años fue encontrada sin vida a consecuencia de varias puñaladas en Tepeojuma.
De miedo la poca valía que le dan a nuestras vidas.
Lamentable que la pandemia haya venido a trastocar los avances que ya había. Tristemente, esto aún no se termina…estamos a semanas de que comience la cuarta ola en nuestro país y de que exista el riesgo de que se nos confine parcialmente otra vez.
No será hasta que regresemos del todo a la normalidad pero sin riesgo de rebrotes, que las mujeres volverán a estar más tiempo lejos de sus agresores y parcialmente seguras.
Mientras el coronavirus nos da tregua al fin, la ONU y las autoridades de cada país deberán ponerse todas las pilas para remontar el retroceso que ha habido en el combate y erradicación de la violencia contra las mujeres.
Nos leemos el próximo lunes.
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