Son muchas las historias, anécdotas y comentarios sobre el ahora ex titular de la Auditoría Superior del Estado (ASE), Francisco Romero Serrano, quien pasó de ser un
“auditor de hierro” a un preso más del Cereso de Puebla.
Que pena que haya terminado así.
Sobre todo porque el ahora ex funcionario presumió en su momento todo el poder que, según él, había acumulado una vez que asumió el cargo.
Cargo, hay que destacarlo y subrayarlo, que le fue conferido mediante una álgida polémica por tener supuestos vínculos con el gobierno del estado. Pero que al final ganó gracias a la mayoría de los diputados de Morena.
Legisladores, hay que decirlo, también, que lo designaron como auditor, lo encumbraron, lo empoderaron pero que luego acusaron, persiguieron, sacrificaron y encerraron en la cárcel.
Al final de la historia, Romero Serrano se derrumbó y demostró que hasta el funcionario más pudiente o prepotente tiende a caer si es que no hace las cosas bien, si el sistema lo persigue y si la soberbia lo envuelve.
Es el caso del ex auditor de Puebla, ahora preso por varios delitos graves.
A quien, dicen, le ganó el poder y el dinero.
Prueba de ello, es que apenas unos cuantos años después de haberse convertido en titular de la ASE se mudó a vivir al exclusivo fraccionamiento La Vista, donde habita la clase social más alta de Puebla.
¿Qué necesidad de mostrar una vida de súper lujo siendo funcionario de la 4T?
¿Nadie le pudo advertir que quienes lo pusieron en la ASE lo iban a tirar de su nube si seguía son sus excesos?
Bonitos sus amigos y familiares, quienes le permitieron hundirse en la arrogancia y en el pecado político.
Su caso es de locos, o más bien diría que de tontos, ya que nunca la vio venir cuando lo detuvieron.
Porque dicen que el ex empleado de confianza del Poder Legislativo tenía varios vicios, entre los que destacan el dinero, las mujeres y el gusto por las excentricidades.
Así que, aseguran, fue muy fácil dar con el hilo de sus supuestas corruptelas, con las que se habría comprado y patrocinado una vida de lujo, a costa de un gobierno austero y propiedad de la 4T, insisto.
Empero, ¿cuál habrá sido la verdadera causa de la persecución, encarcelamiento y destitución de Francisco Romero?
Eso sí, quienes lo conocen juran y perjuran que cambió drásticamente.
Su antes y después era evidente.
Contaba con camionetas de lujo blindadas, con escoltas armados, con ropa de marcas prestigiadas, en fin, era uno de los nuevos ricos que creo la 4T.
La caída de Romero Serrano fue brutal.
Subió a la cima de su carrera y se desbarrancó por no saber cuidar las formas, dicen que por ignorar la lealtad y por su ambición al dinero.
Lo cierto es que a los ex diputados que lo propusieron como auditor también se les cayó su poca credibilidad, su vergüenza y su discurso, toda vez que se equivocaron por enésima ocasión.
Pobres ex diputadillos.
Tan lejos de Dios y tan cerca del infierno y la condena ciudadana.
Porque con el ex auditor también cayeron todos aquellos que votaron por él para ponerlo en el cargo que ostentó mientras le duró la razón.
¿Qué dirán al respecto?
¿Qué era un engaña bobos?
¿Qué ellos no tienen la culpa?
¿Qué lo sospecharon desde un principio?
Vaya ridículo de la anterior Legislatura del actual Congreso del Estado.
Y luego no quieren que se les critique.
A ver si un día de estos algo les sale bien.
Les vamos a rezar para que, al menos los actuales, lo logren.
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