Con la novedad de que será hasta el próximo domingo cuando se discuta y se vote en la cámara baja del Congreso de la Unión la iniciativa de Reforma Eléctrica propuesta por el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO).
Oficialmente, hay que destacarlo y subrayarlo, los partidos que están en contra de la iniciativa son Movimiento Ciudadano, el PRD, el PAN y el PRI. Mientras que los que la apoyan son el PT, el PVEM y Morena.
Así que luego de la ejecución de la mentada consulta para la revocación del mandato, el nuevo escándalo nacional se centra en la discusión y aprobación, en su caso, de la Reforma Eléctrica.
Una iniciativa, por cierto, que tiene como objetivo devolver al estado el control absoluto del sector energético, tanto eléctrico como petrolero, por lo que únicamente a través de la Secretaría de Energía (Sener), de Petróleos Mexicanos (Pemex) y de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) estaría permitida la inversión privada.
La discusión de los diputados y partidos al seno de la cámara se centra en los artículos 25, 27 y 28 constitucional, los cuales le devolverán a la CFE el estatus preponderante en el sector eléctrico, por lo que sería la responsable del suministro de electricidad.
Es por ello que CFE podrá generar y despachar el 54% del consumo nacional, mientras que 46% restante provendrá de privados, quienes deberán vender esa energía directamente a la empresa.
Y es que el gobierno obradorista ha asegurado que hasta ahora no se ha cumplido con la mayoría de las promesas y proyectos que se prometieron con la aprobación de la Reforma Energética de 2013.
Según Morena la CFE ha sido debilitada, a pesar de subsidiar a particulares, por lo que la nueva reforma pretende eliminar contratos y permisos al sector.
Con la reforma se pretende eliminar permisos y contratos, así como la desaparición de la Comisión Reguladora de Energía (CRE) y la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH), pues se considera que estos organismos han emitido autorizaciones de manera discrecional en todas las ramas del sector energético.
El nuevo escándalo nacional por la Reforma Eléctrica es tal que algunos especialistas han señalado que esta reforma, lejos de beneficiar al país, va a provocar un severo daño a las finanzas públicas.
Y es que aseguran que aumentará las tarifas para los consumidores finales, domésticos, comerciales e industriales, e incluso evitará que México cumpla con sus compromisos ambientales, además que no podrá evolucionar a una economía sustentable.
Las posiciones a favor de la reforma aseguran que:
-Se fortalecerá a la CFE y se evitarán pérdidas anuales por 348.3 mil millones de pesos por la energía que no es despachada, pues se le obliga a comprar y distribuir la electricidad de los privados antes que la propia.
-Desaparecerá la CNH y la CRE, a fin de devolver al Estado la gestión y decisiones del sector. Se evitará la entrega de permisos de manera discrecional y no acorde a las necesidades y capacidad del sector.
-Se mantendrá la participación de empresas privadas, tanto en el sector eléctrico como de hidrocarburos.
-Se reserva para el Estado la explotación del litio, lo cual en el mediano y largo plazo significará un importante negocio y fuente de ingresos, pues es la principal materia prima para la fabricación de baterías para celulares, autos eléctricos y el futuro almacenamiento masivo de energía limpia.
-Se va a considerar a la energía como un área estratégica de Estado y un derecho para todo el país, por lo que se hará a un lado su carácter mercantil.
Las posiciones en contra de la reforma aseguran que:
-Dar prioridad a la generación y despacho de la CFE, que es costosa, afecta las finanzas públicas y encare las tarifas para los usuarios finales, no sólo domésticos, sino también industriales y comerciales.
-La mayoría de la generación de CFE es con combustibles fósiles, por lo que no se cumplirán los acuerdos ambientales internacionales.
-Se desmantelará la industria de energía renovable, dando prioridad a energía sucia, lo que produciría graves daños al medio ambiente.
-Al dar exclusividad a CFE en el sector, está en riesgo la generación distribuida, es decir, la generación por paneles solares en hogares y negocios.
-México será objetivo de demandas y controversias a escala nacional e internacional, principalmente por la afectación que tendrán empresas provenientes de Estados Unidos y Europa, todas ellas amparadas por los tratados comerciales.
-Desaparecer la CNH y la CRE generará incertidumbre e impedirá la llegada de nuevas inversiones, además de que podría provocar la fuga de proyectos ya establecidos en México.
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