Que pena que Morena, la 4T y todos sus gobiernos estén más preocupados en revanchas políticas, en el bullying legislativo y en acabar con sus enemigos, a como de lugar, que en la grave inseguridad que se vive en el país y en muchos estados.

Inseguridad que está en todas partes, en los 32 estados -en poca o mucha medida- pero afecta ya de sobremanera a los ciudadanos, quienes vivimos al acecho de la delincuencia y a salto de mata porque no sabemos cuándo seremos atracados o asesinados.

No hay rincón del país donde no exista violencia, asesinatos, amenazas a las mujeres, a los periodistas, balaceras, riñas entre criminales, fusilamientos, masacres y cuerpos destazados y regados en la calle.

¿Qué carajo está pasando en México que las autoridades no hacen nada por detener la delincuencia y la inseguridad?

Ya vimos que los delincuentes son capaces hasta de utilizar los uniformes de la Guardia Nacional para delinquir y nadie hace nada, ni su propio comandante, al respecto.

Y si se trata de inseguridad, Puebla -estado y capital- no es la excepción.

Si bien la percepción de inseguridad de los ciudadanos en la capital poblana bajó en el último trimestre del año, lo cierto es que las cifras en la materia, de crímenes de todo tipo y de una inconformidad generalizada, están al alza.

Y aunque la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU), realizada por el Inegi, señala que Fresnillo, Ciudad Obregón, Zacatecas, Cuautitlán Izcalli, Irapuato y Guadalajara son las ciudades más inseguras de México, lo cierto es que el fenómeno ya es muy grave en casi todo el territorio nacional.

Según el estudio, en Puebla capital, hasta el mes de marzo, el 75.8% de los ciudadanos indicó que se siente inseguro por temas de delincuencia, 4.6 puntos porcentuales menos respecto al 80.4% registrado en el mismo periodo de 2021.

Empero, la encuesta también indica que el 66.2% de la población de 18 años y más considera que es muy inseguro vivir en su ciudad.

Lo que implica que el porcentaje nacional presente apenas un cambio significativo con relación a los porcentajes registrados en marzo y diciembre de 2021, que fueron de 66.4 y 65.8 por ciento, respectivamente.

Es decir, seguimos del carajo en materia de seguridad y no hay por qué cantar victoria.

¿Qué necesitamos hacer para que nuestras autoridades logren garantizar la paz y la tranquilidad en México y en cada uno de los estados, particularmente Puebla?

Porque en la entidad ya no es novedad encontrar restos humanos tirados en las avenidas, en las barrancas, en los puentes, en los ríos, en los autos y hasta en las propias viviendas.

El colmo fue el descubrimiento del cuerpo de un menor en el basurero del Cereso de Puebla.

Y qué podemos decir del abuso contra una menor de 8 años, quien dio a luz a un bebé hace dos años en un hospital de Tehuacán.

¿Qué hace el gobierno para detener esos deleznables y peligrosos hechos?

Ayer se informó -por la tarde- de una balacera más en Puebla, esta vez en San Andrés Cholula, detrás de la Udlap, donde el saldo fue una persona muerta y una más herida, la cual tuvo que ser trasladada a un hospital cercano.

Sin embargo, poco tiempo después se supo que fue el intento de un asalto a un ex militar, a quien dos ladrones intentaron robarle su automóvil, por lo que se enfrentaron a tiros y uno de los ladrones cayó muerto.

Además, se encontró un cráneo en una de las vialidades más circuladas en la ciudad.

¿Qué sigue?

¿Dónde está la policía, su supuesta estrategia de seguridad para contrarrestar a la delincuencia?

Y lo peor que esto tampoco es privativo de la capital, porque sucede en todo el estado.

Por más que quieran distraernos con el petate del muerto, los poblanos estamos hartos de falacias y palabrería. Requerimos hechos no discursos.

Es tiempo de que la inseguridad empiece a disminuir porque ya se acerca la elección del 2024, y entonces los ciudadanos se los vamos a cobrar en las urnas.

Ya lo verán.

¿Qué le pasa a Nachito?

El coraje, el odio, el rencor y la sed de venganza del líder del grupo parlamentario de Morena en la cámara de diputados, Ignacio Mier Velasco, no tienen límite.

Y ya dio órdenes al mentado representante de Morena en Puebla, Aristóteles Belmont, quien intenta ser un protagonista de la historia anunciando que su partido hará campaña en el estado, a fin desprestigiar a los diputados federales que votaron en contra de la reforma eléctrica.

¿Qué no tendrán que hacer estos dos morenos, sobre todo el tal Belmont?

Nachito, ya está con el síndrome de la chimoltrufia, primero convoca a que no haya violencia o agresiones contra sus pares de oposición, por el tema de la frustrada reforma, y después recula y circula un boletín disque para llamar a los ciudadanos a que no hagan uso de la violencia para manifestar su malestar para con los legisladores.

Se me hace que lo que quieren estos dos es representar a los ratones Pinky y Cerebro, y tratar de conquistar Puebla.

¿A poco no?

poncharelazo@yahoo.com.mx

En twitter: @poncharelazo

Facebook: Alfonso González

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