Reza el dicho que «más sabe el diablo por viejo, que por diablo» y en la radio, la televisión, el periodismo y en general dentro de los medios de comunicación, siempre encontramos a los «viejos lobos de mar» que ya tienen más de 3 décadas de estar dentro de la industria y que han acumulado tanta sabiduría que hoy, ni siquiera les hace caso, son relegados, olvidaos o sub utilizados.

Los pocos que aún están «en activo» solo tienen pequeños espacios al aire, como para justificar su presencia, pues en caso de que se les quiera despedir, la liquidación sería muy alta y las empresas no quieren pagarlo, a pesar que hayan entregado muchos años de su calidad profesional; eso nunca ha importado, menos hoy que las nuevas tecnologías, incorporan programas de Software, con los que incluso, ya no se necesita de seres humanos para hacer el trabajo.

De acuerdo con la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica, en nuestro país viven poco más de 15 millones de personas mayores de 60 años, esto significa el 12% de la población total. Apenas 40% de los hombres tiene una pensión, pero en el caso de las mujeres el porcentaje es de sólo 20 %, según la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar).

El locutor, periodista, operador, productor, continuista o programador con más experiencia , es considerados «personas adultas mayores» y por tanto, se tiene la idea de que  son menos productivas, menos capaces para resolver problemas y que trabajan peor que la juventud porque ya no aprenden.

Y aquí radica uno de los secretos para que la radiodifusión se mantenga por el camino del perfeccionamiento, tanto en sus contenidos, como es sus procesos de comercialización, posicionamiento social y por supuesto, el tan anhelado raiting.

La innovación es un concepto muy ligado al ámbito empresarial, pues significa incorporar mejoras, sobre lo ya existente, aportando nuevas opciones que suplan las necesidades de los consumidores (en este caso radioescuchas) o incluso para crear nuevos productos con el fin de que tengan éxito en el mercado auditivo.

No obstante la edad o la experiencia acumulada, muchas y muchos de quienes aún siguen en sus trabajos, después de sobrevivir el embate de inflaciones, problemas económicos del país o cualquier otra vicisitud, principalmente las de sus propias empresas, hoy se dan cuenta que (triste realidad), nunca sé capacitaron y por tanto no crecieron en lo que a su desempeño se refiere de forma tal, que nunca se adaptaron a la vorágine tecnológica y hoy se enfrentan a realidades de relevo generacional. 

Son ellas y ellos, jóvenes que hoy trabajan en los medios de comunicación, quienes con un poco de talento, pero con todo el conocimiento digital, dejan atrás a quienes pensaban que, por tener muchos años de trabajo, tendrían la garantía de mantenerse activos. 

¡Oh revés del destino! 

Capacitarse, nunca está de más y adaptarse a los nuevos escenarios mediáticos, se hace indispensable y fundamental para evitar que el futuro pague a quienes hoy sienten merecer todo por su juventud, con la misma moneda y entonces comprendan que ni la vejez, la sabiduría o la experiencia, son sinónimo de permanencia laboral.

Nos escuchamos la próxima, en tanto tenga usted ¡muy buen día!

Facebook: Omar Espinosa Herrera

Oficina Móvil de Omar Espinosa
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