La discapacidad no es obstáculo para triunfar en la vida”, aseguró el jugador de los Topos de Puebla y seleccionado nacional de futbol para ciegos y débiles visuales, Moisés Cerezo, en charla especial a mitad de la última semana con niños de Los Olivos en compañía del entrenador del tricolor de la categoría Raúl Ortiz.

Los representantes mexicanos dentro del próximo Grand Prix Internacional de Puebla
platicaron sobre cómo es la vida en la oscuridad y qué se siente gritarle gol de frente
cuando la sociedad les da en más de un momento pocas o nulas chances de triunfo a
la gente ciega o discapacitada.

“Estos jóvenes, a pesar de su condición, nunca ponen pretextos para ir a entrenar, trabajar o estudiar. Se trata de gente con el deseo de luchar y sacar adelante a su familia; así que ustedes, a quienes sus padres los traen, los llevan, tampoco tienen pretextos para decir no puedo”, compartió Ortiz.

“Claro que te da miedo salir a la calle, caminar hacia el trabajo o regresar a casa solo.
Pero siempre hay algo más que me impulsa como mi familia, o el deseo de hacer algo
importante en el deporte como poner el nombre de México muy alto”, secundó Cerezo.

Luego resaltaron el papel de charlas como la ofrecida a petición de Los Olivos a los
niños, “pues ustedes nos ayudan a cambiar la forma de ver a la gente discapacitada
porque ustedes crecerán con otra idea sobre cómo interactuar con gente como ‘Moi’”,
explicó el entrenador nacional.

A lo cual uno de los niños cuestionó a los presentadores cómo es posible hacer eso, “es
muy simple, cuando tu papá se estacione en un lugar para gente discapacitada o suba
el coche a una banqueta dile que está haciendo mal; al final lo pensará mejor y seguro
que cambiará de parecer, no sabes cuánto ayuda esa petición o cambio de decisión a
gente en silla de ruedas o como yo… pues crea consciencia”, respondió el medallista de
bronce en los Juegos Parapanamericanos.

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