Aspira al gobierno del estado, a suceder en el cargo al gobernador Luis Miguel Barbosa Huerta en 2024, goza de las mieles del poder, del manto protector de la 4T y de las bondades del mandatario por su obediencia ciega.
Habla incluso como candidato, se mueve como tal, se promueve de la misma forma, sin que nadie le diga nada, critica los destapes y la promoción de otros funcionarios que tienen sus mismas intenciones, pero sin la licencia con la que él cuenta.
Y aunque no es lo suficientemente popular y conocido por los poblanos, asegura que cuenta con el respaldo del gobernador para pensar en 2024.
Hoy es un fanático militante y político de Morena, aunque antes fue priista y un ferviente aliado morenovallista; abandonó al PRI, a pesar que el partido tricolor lo hizo diputado local, para convertirse en candidato de Movimiento Ciudadano (MC) y poder ser edil de Tepeaca.
Sin embargo, dejó incompleta la diputación priista que tenía para participar en la elección para edil y la ganó amparado y apoyado por el morenovallismo; posteriormente, ante la muerte de los Moreno Valle, sus padrinos políticos, corrió a los brazos de Morena y se hizo candidato y después diputado.
Gracias a su entreguismo volvió a ser legislador local, pero ahora líder del mismo poder gracias al impulso del gobernador Barbosa, quien lo hizo presidente de la Junta de Gobierno y Coordinación Política.
Hoy por hoy, el diputado morenista Sergio Salomón Céspedes Peregrina está en franca precampaña sin que nadie le pueda decir nada, sin que los medios lo critiquen o lo linchen como lo hacen como los primos Mier, Alejandro Armenta Mier e Ignacio Mier Velazco, enemigos del gobierno.
El legislador, el (des) tapado cree que se perfila como el favorito para placearse por todo el estado y tratar de posicionarse y meterse en el gusto de la gente, cosa que, francamente, no ha logrado.
Porque el líder del Congreso exagera en su entreguismo, en su subordinación al Poder Ejecutivo, pues parece más un empleado del gobierno que el representante de uno de los tres poderes del estado.
Es demasiado obvio en su postura, en sus declaraciones, ya que se la pasa criticando a los enemigos del gobierno pero mantiene sus giras y su promoción personal por toda la entidad.
Por cierto, presume y pregona que es líder de un Congreso que practica la “austeridad republicana” pero que gasta dinero en exceso en botanas para sus 41 diputados, cuando estos obtienen dietas hasta de 90 mil pesos mensuales sumando todos sus beneficios. Y eso sin contar los despidos injustificados.
Sergio Salomón es una de las tres “corcholatas” que desean suceder en el cargo al gobernador Barbosa, aunque en simpatía se lo lleve de calle la secretaría de economía, Olivia Salomón Vivaldo, la segunda corcholata; y en colmillo, formación académica y madurez política el titular de la SEP, Melitón Lozano Pérez.
Una cuarta corcholata que se integró a los aspirantes al gobierno de manera fortuita porque el propio gobernador Barbosa lo enlistó, es el actual secretario de salud, José Antonio Martínez García.
De los cuatro, el que más exposición mediática tiene por ser el titular de uno de los tres poderes del gobierno, por contar con presupuesto propio y una aparente independencia es Sergio Salomón.
La pegunta es ¿Cuánto podría ayudarle esto a su imagen, de cara al 2024?
Porque de los cuatro, el carisma parece que se lo disputan Olivia Salomón, por ser la única mujer y porque ha dado buenos resultados al gobierno con su trabajo.
Y el otro es el secretario de salud, José Antonio Martínez, quien se ha ganado a pulso el reconocimiento del gobernador poblano y hasta el de los ciudadanos por su noble tarea en materia en el combate contra el Covid-19.
Sergio Salomón recientemente rindió su informe de labores al frente del Congreso del Estado y no pudo ni leer de corrido argumentando un defecto físico, el cual extrañamente no se nota para nada cuando graba sus videos promocionales.
Ni tampoco es notorio cuando hace declaraciones a los medios, cuando ofrece entrevistas en la radio o en la televisión, sólo cuando lee sus discursos y se pone nervioso.
Digo, tampoco es un pecado no poder hacerlo pero es más fácil decir que te gana el nervio a poner cualquier pretexto.
¿Quién de los 4 será el favorito de Morena y del gobernador Miguel Barbosa para sucederlo en el cargo?
¿Quién, también, podría con cualquiera de los primos Mier, los más adelantados?
Valdría la pena preguntarle cuál de las corcholatas le gusta a los poblanos.
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