Alfonso González
El anuncio, aspiración o supuesto destape del priista José Chedraui Budib, quien de la nada quiere ser candidato a la presidencia municipal de Puebla, parece más una mañosa treta para hacerle el caldo gordo a sus amigos en Morena que una pretensión legítima.
Y si no es algo previamente armado, se me hace una ocurrencia, puntada o hasta un mal chiste.
Porque, seamos sinceros, políticamente hablando ¿en Puebla quién conoce a Pepe Chedraui?
Algunos poblanos saben de él, tal vez, por dos cosas: la primera, porque que en cada proceso electoral siempre quiere ser candidato al gobierno, a la presidencia municipal, a senador, a diputado federal, local, a regidor y a todo lo que se pueda.
Y segundo, porque en algún momento de su campaña a diputado local regaló despensas y otras nimiedades.
Posteriormente, como todo los políticos y diputados, terminó su gestión y se olvidó de los poblanos, por lo que ahora nuevamente, asegura, dizque los quiere ayudar.
Y es que, al empresario, uno de los más ricos de Puebla, sólo le interesan los cargos públicos para hacer negocios y sumar ceros a sus cuentas bancarias.
Y ejemplos hay muchos.
Pepe Chedraui ha sido constructor de algunos gobiernos, como el morenovallista, así como de la BUAP, de algunos municipios y hasta participante en la edificación de las obras suntuosas y millonarias que hoy tanto critica el gobierno de Morena y la 4T en Puebla.
Sin embargo, José Chedraui se hizo famoso, e incluso fue tendencia en redes sociales, no por su supuesta carrera política, ni por su supuesta preocupación por los ciudadanos, mucho menos por ser dueño de varias empresas, e inversionista en franquicias deportivas como los Pericos de Puebla y Lobos BUAP.
El camaleónico priista se dio a conocer a nivel nacional por el simple hecho de haber sido la última persona, junto con su familia, en hablar, en su propia casa, con los Moreno Valle, los ex gobernadores poblanos, minutos antes de aquel trágico accidente que terminó con sus vidas un 24 de diciembre de 2018.
De todos es sabido que Pepe Chedraui obtuvo jugosas y ambiciosas prebendas y ganancias con el gobierno morenovallista.
Siendo priista nunca figuró como un político de oposición para el PAN morenovallista, más bien fue comparsa y participó en la campaña de la extinta Martha Erika Alonso Hidalgo, con quien negoció una secretaría si ganaba la gubernatura.
Se dice incluso que ese fue el tema de la reunión que sostuvieron los Moreno Valle en casa de José Chedraui aquel fatal día para los panistas poblanos, ya que había invertido en la campaña contra Morena y por un acuerdo sería integrado al gabinete una vez renovado el gobierno poblano.
¿A poco esa se la va a perdonar el gobernador Luis Miguel Barbosa Huerta?
Resulta muy sospechoso y extraño el supuesto destape, el cual me parece más una puntada, o una mañosa estrategia para apoyar a sus nuevos amigos y aliados en Morena, que una expresión y aspiración legítima.
Porque el ex diputado local no ganaría, a estas alturas, ni la mesa directiva de su colonia o fraccionamiento, y él lo sabe perfectamente.
Más bien está metido como patrocinador del PRI poblano, y de otras fuerzas, por ello el priismo en el estado es el patiño de la política poblana, a la que sólo busca acomodarse para conservar sus fueros y sus posiciones en el Congreso local.
En la elección pasada, el empresario priista pretendió imponerse, con ayuda de la entonces dirigente estatal del PAN, Genoveva Huerta Villegas, en la candidatura al gobierno de la ciudad por la alianza PAN-PRI-PRD.
Se pretendió hacer creer que si el nombre de Pepe Chedraui se mediatizaba podría imponerse en el PAN para que fuese el candidato al Ayuntamiento de Puebla, en lugar del actual presidente municipal Eduardo Rivera Pérez.
Cosa que no sucedió porque sencillamente la idea era una total estupidez.
La estrategia falló y Lalo Rivera, tal como lo decretaban las encuestas se perfiló como el abanderado para después ganarle la elección a Morena.
Entonces esa otra mañosa estrategia de Chedraui Budib también fracasó, tal como parece resultará esta.
Así que, nuevamente la historia se repite, el inversionista de la política en Puebla está dispuesto a sacar la chequera para intentar comprar un nuevo cargo, que le haga segunda a otro partido y que le permita seguir haciendo negocio en el servicio público.
Empero, cómo estarán de jodidos los cuadros priistas en Puebla, que Pepe Chedraui y Néstor Camarillo Medina, el segundo dirigente priista y diputado local, son dos de los supuestos aspirantes del partido tricolor al gobierno de la ciudad.
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