Para quienes gustaban de escuchar la radio, participar de sus promociones en calle, asistir a conciertos, hablar por teléfono a cabina y contestar trivias para ganarse premios al aire, además de interactuar con las y los locutores; hoy a casi tres años de iniciada la pandemia por Covid19, comienzan a experimentar el llamado “Efecto Mándela”.
Este, es un fenómeno de recuerdos falsos compartidos para ciertos íconos culturales, por lo que las personas tienden a quedar desconcertadas cuando se dan cuenta de que comparten los mismos recuerdos falsos con otros individuos.
En la radio tradicional “por antena”, se perdieron las buenas prácticas de salir a las calles para compartir con las audiencias, pues la prohibición impuesta a nivel mundial para evitar contagios, obligó a cancelar toda forma de contacto humano, lo que puso a prueba a los radiodifusores y sus equipos operativos, comerciales y creativos para buscar nuevas formas de promover lo que al aire les permitiera atraer la atención de inversionistas.
Como lo explica el efecto visual Mandela, los recuerdos que se tienen de forma iconográfica, es decir el conjunto de imágenes, retratos, representaciones plásticas (especialmente de un mismo tema o con características comunes), la imagen de un personaje o de una realidad determinados, pueden ser equívocos en la remembranza colectiva popular.
Trate de recordar el logotipo de la estación de radio que habitualmente escuchaba hasta antes de marzo del 2020, la cara de su locutor o locutora de confianza, es más ¿recuerda el color de las imágenes que normalmente se compartían en redes sociales de las frecuencias radiales que seguía? Puede o no estar usted seguro, pero al tratar de comparar las respuestas con otros escuchas, sin duda que habrían falsos recuerdos para una imagen que en realidad nunca han visto.
Es correcto, muchos escuchas de la radio jamás han observado a detalle nada de lo descrito anteriormente, por ello se convierte en prioritario el mantener la constante atención de las audiencias, a través del trabajo constante en la calle, las plazas comerciales, edificios públicos y demás sitios de alta concurrencia social, para la atracción y por qué no, la “recaptura” de aquellos oyentes que dejaron de seguirles, pues la tendencia durante el encierro que forzó la pandemia (que aún no termina), fue cambiar a las nuevas tecnologías para escuchar radio de contenido en Internet y olvidar, lo que tal vez tampoco existió.
Ya se pueden escuchar en las estaciones de radio, cómo es que las dinámicas de calle comienzan a revivir y con ello buscar regresar a una normalidad que, en la imagen acústica de las audiencias, jamás será la misma y tal como se plantea en el efecto Mandela: quizá nunca fue lo que imaginamos.
Nos escuchamos la próxima, en tanto tenga usted ¡muy buen día!
Facebook: Omar Espinosa Herrera.