Se solicita director para radiodifusora que cumpla con sencillos requisitos: experiencia en radio, licenciatura en Comunicación, destreza para las ventas, manejo de redes sociales, cartera de clientes; diestro para el uso de paquetería Office, programas de edición de audio y disposición para cambiar de residencia a otra ciudad o estado de la República Mexicana.

Así versa la publicación en Facebook, para sorprender a tantas y tantos profesionales de la radio, que no imaginaban pudiera presentarse la oportunidad de regresar a los tiempos donde demostraban sus habilidades para hacer de la radio, el medio que no solo les daba de comer a ellos y a sus familias, sino que, enriquecían las cuentas bancarias de los concesionarios radiofónicos. Y estaba de acuerdo, pues así es el negocio, “todos en el medio lo sabemos”.

Los interesados en obtener el empleo deben enviar su CV a una dirección de correo electrónico que aparece en la publicación, sin que tenga el nombre de la estación o grupo radiofónico que está en busca del director/a, lo que de entrada ya causa duda (de esa que hace pensar que algo no está bien). Además y hasta abajo de la publicación dice: “sueldo $9,000 mensuales, más comisiones y prestaciones de Ley”.

¿Es broma? ¿El sueldo es en dólares? ¿Es una publicación falsa? ¿Leí bien?

De risa primero, después con molestia e indignación y finalmente con profunda desilusión, surgen las preguntas de las y los hacedores de radio que cubren todos y cada uno de los requisitos, que además tienen pasión, voluntad y saben hacer su trabajo con la garantía de ofrecer resultados eficientes y con la eficacia que hoy la radio por antena pide a gritos.

Y es que en México, el trabajo de un profesional de la radio está subvalorado, pues los concesionarios no reparan que la experiencia se obtiene por el aprendizaje de tiempo y que por tanto, no se debería pagar por lo que se hace, sino por lo que se sabe, por lo que aporta valor agregado a la empresa y por lo que en conjunto, se puede hacer con el conocimiento adquirido por quienes contraten.

Por eso muchas plazas radiofónicas tienen tanta rotación de directores, operativos o gerentes, pues buscan a quienes apenas comienzan en el medio y por tanto están dispuestos a ganar cantidades que apenas les alcancen para pagar la renta, comida y de vez en cuando ropa para ir presentables a trabajar.

La empresa talent.com pública en su portal Web, los sueldos promedio que existen en nuestro país, no solo en la industria radiofónica, sino prácticamente en todas las áreas profesionales y productivas nacionales. En este portal se puede encontrar que, según sus estudios, un gerente de plaza radiofónica gana en promedio 10 mil pesos, mientras que un director puede alcanzar los 15 mil pesos.

Así que, el promedio de salario en México (sin descontar impuestos), es de 180 mil pesos al año o $92.31 por hora. Esto muestra que los cargos de nivel inicial comienzan con un ingreso de 120 mil pesos al año, mientras que profesionales más experimentados promedian percepciones salariales de hasta 246 mil pesos al año, es decir 20 mil pesos al mes.

En México, la realidad económica de los trabajadores de la radio puede variar significativamente según su posición y función dentro de la industria. Algunos trabajadores de la radio, como los locutores y presentadores de programas, pueden ganar salarios relativamente altos, sin embargo, la gran mayoría de los trabajadores de la radio ganan salarios bajos a medios y enfrentan condiciones de trabajo difíciles.

Los productores, técnicos, editores y otros empleados detrás de la escena a menudo ganan salarios bajos y tienen contratos precarios, sin garantía de seguro médico o beneficios laborales. Además, los trabajadores de la radio enfrentan jornadas laborales prolongadas y a menudo trabajan en turnos rotativos que pueden afectar su salud y bienestar.

La situación se complica aún más por la consolidación de la industria de la radio en México, pues a medida que un número cada vez menor de empresas de medios controlan una parte cada vez mayor del mercado, los trabajadores se enfrentan a una mayor presión para producir más contenido en menos tiempo, lo que puede afectar la calidad del trabajo y las condiciones laborales.

Nos escuchamos la próxima, en tanto tenga usted ¡muy buen día!

Facebook: Omar Espinosa Herrera

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