Adán Augusto ha demostrado ser el hombre de confianza del presidente, y el único que puede darle continuidad al proyecto que se ha fraguado en el movimiento.
La reforma a las leyes secundarias electorales es, sin duda un gran, triunfo ante una oposición que tenía en el INE un árbitro claramente parcial.
La astucia como estratega y negociante del secretario de Gobernación han permitido sacar adelante todas las encomiendas de López Obrador, un líder que ya no estará y que tiene en López Hernández a su sucesor más lógico.
El tabasqueño ya negoció dos reformas constitucionales, todo ello en un contexto adverso, pues llegó a la Secretaría de Gobernación sin contar con la mayoría relativa que había permitido avanzar hasta 2021.
Vienen nuevas reformas en el proyecto de la 4T que necesitan de alguien tenaz y avezado. Tal parece que Adán Augusto es el indicado para que el país siga avanzando.