Por Jaime Romay

Creada en Cholula por inspiración de la diseñadora gráfica poblana Fernanda Gamboa en 1996, con el objetivo de resguardar las antiguas tradiciones, legado de la conquista que aquí encontraron una forma de reinventarse, esta bella marca de talavera se destaca por ofrecer una auténtica colección artesanal de finas piezas, elaboradas todas ellas a mano a través de los talentos de artesanos locales.

El proceso de creación de la talavera poblana es realmente extravagante, primero se mezclan dos tipos de barro nativo de la región, donde se logra la composición para que la pasta resultante pueda ser manejable. Esta mezcla se lava, se deja madurar y se decanta hasta que el barro esté en su punto para ser almacenado en bloques cuadrados llamados tallas. Estos bloques, se pisan y se amasan antes de tornearse o moldearse dependiendo de la pieza a realizar.

Después de un día de secado, estas piezas se queman en un horno, hasta conseguir el llamado “jaguete”, pieza que se vidría y se pinta para ser decorada después logrando así el resultado final.

Las nuevas generaciones de artistas poblanos, han dado otra apariencia y personalidad a la talavera, ejemplo de ellos es Simona Capasso, quien ha tomado la batuta de Talavera Santa Catarina para darle un toque moderno y lleno de frescura a esta técnica ancestral.

Para ella, intervenir cada pieza es un reto expresivo y comunicativo, su compromiso con ofrecer elementos fuera de lo común es tangible, su pasión por crear nuevos diseños se convierte en magia.

Actualmente ha hecho enlaces con importantes diseñadores de interiores y arquitectos de México y EEUU, logrando expandir la marca a otras latitudes e influyendo a que las nuevas generaciones valoren mejor el arte poblano, el arte mexicano y provocando un mayor interés en estas remotas técnica artísticas que se practican hoy día en reconocidos talleres como Santa Catarina.

http://www.talaverastacatarina.com/

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