Ni  el calor, ni las vacaciones de verano, impidieron que la gente en España fuese a votar en unas elecciones Generales bastante reñidas que han dejado muchas sorpresas: la primera, que el Partido Popular (PP) de Alberto Núñez Feijóo,  no ha ganado con la mayoría absoluta que
muchas de las encuestas vaticinaban y eso le complica muchísimo de cara a lograr ser investido y poder gobernar en España.

          En el país ibérico, no siempre el partido que gana es el que gobierna, porque todo depende de conseguir esos 176 escaños de mayoría absoluta de 350 que conforman el Congreso de los Diputados.

          Y al no conseguirse, el ganador se ve abocado a realizar una serie de pactos que en los últimos años han dado lo que en España se conoce como “gobiernos Frankestein”  con coaliciones bastante cuestionables.

          A Núñez Feijóo que ha ganado las Generales con 136 escaños, de acuerdo con el escrutinio del 99% de los votos, le queda un largo camino para buscar los pactos y las alianzas que le permitan alcanzar esos 176 escaños de mayoría absoluta.

          Me atrevo a decir que España está jugándose su gobernabilidad inmediata porque en el Congreso de los Diputados todavía no se tiene muy claro cuál será la fuerza mayoritaria; en cambio, en el Senado el PP es la fuerza dominante.

          Al líder centroderechista gallego le queda hacer números en la calculadora de forma minuciosa al respecto de los pactos posibles y tampoco tiene mucho margen de maniobra porque la ultraderecha de Vox ha conseguido 33 escaños tras perder diecinueve en comparación con las elecciones de 2019. Y quizá, podría  convencer al Partido Nacionalista Vasco y también a Coalición Canarias, una sumatoria que arrojaría entre 171 a 173 escaños.

          En cambio, para el socialista Sánchez, la sumatoria podría ser más favorable a pesar de perder las elecciones Generales y obtener 122 escaños de hecho ganó dos más  respecto de 2019.

          Sus socios de gobierno, la ultraizquierda de Unidas Podemos que obtuvo 35 escaños en 2019, para estas elecciones llegó con un lavado de cara con el partido Sumar, de Yolanda Díaz, y logró 31 escaños.

          Si bien, una alianza de gobierno del PSOE y de Sumar, dan 151 votos y no le alcanzan por sí solos para la mayoría absoluta  Sánchez tiene un as en la manga que podría dejarlo otros cuatro años más en la Moncloa: ofrecer una serie de alianzas a los partidos nacionalistas vascos y catalanes y  a los grupos independentistas.  Ayer, una tertulia en un programa de televisión, analizó esta posible sumatoria, del PSOE con Sumar más los partidos independentistas y nacionalistas y Sánchez obtendría entre 175 a 177 escaños.

A COLACIÓN

          Estas Generales han metido a la ultraderecha de Vox en la tercera fuerza política en España, es verdad que ha perdido espacios de 52 escaños en 2019 bajó a 33 pero se ha reposicionado como la tercera fuerza en España.

          Y lo ha hecho porque Unidas Podemos, de la ultraizquierda  en 2019 ganó 35 curules y en las elecciones de este domingo, se presentó Sumar que se ha formado con la conjunción de muchas de las izquierdas y en práctica sustitución de Unidas Podemos. En esta primera elección de Sumar con Yolanda Díaz, el grupo político ha conseguido 31 escaños.

          La participación ciudadana estas elecciones subió cuatro puntos respecto de hace cuatro años y fue además una votación histórica en cuanto al voto por correo porque lo solicitaron 2.4 millones de personas que, ante el verano y las vacaciones, decidieron cumplir con su obligación ciudadana contra cielo, mar y tierra.

          ¿Qué pasará en los próximos días? Cerca de la medianoche del domingo, el presidente Sánchez ha dado un discurso triunfal ante sus corifeos… ha perdido las elecciones pero sabe que tiene un amplio margen de maniobra para pactar con los otros partidos y convencerlos de apoyarlo para la investidura.

          Ese aire triunfal es tan solo el presagio de lo que le aguarda a una España que desea un cambio de gobierno, de políticas económicas y  que ha quedado bastante golpeada por las últimas reformas enarboladas por Unidas Podemos y avaladas por el propio Sánchez.  El PP ha ganado en 40 de las 52 provincias y ha vuelto a hacerlo en Andalucía acaso uno de los datos más relevantes, un termómetro, de cómo el histórico bastión del PSOE ha dejado de serlo en un cambio de ciclo definitivo.  A España le aguardan días y semanas complicadas porque la incertidumbre y el bloqueo son desde luego muy dañinas…

@claudialunapale

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