En el mundo tan competido de la locución, hay un dilema que afecta a muchos talentos: quienes ofrecen sus servicios a precios bajos, pero aún así se quejan porque no consiguen muchas grabaciones o trabajo estable.

Esta aparente paradoja plantea la pregunta: ¿es debido a la economía o a la percepción de valor en el mercado de la voz?

Por un lado, algunas locutoras y locutores pueden encontrarse en una situación desesperada, donde requieren generar ingresos rápidamente. En este contexto, ofrecer precios más bajos, puede ser una estrategia para atraer clientes y asegurar trabajos a corto plazo.

La necesidad económica, hace que se acepten tarifas muy por debajo del verdadero valor profesional.

En un mercado globalizado y altamente conectado, los locutores enfrentamos competencia como nunca antes. La facilidad de acceso a herramientas de grabación y la posibilidad de trabajar de forma remota, ha permitido la entrada de talentos de todo el mundo, lo que aumenta la oferta y dificulta destacar, pues la competencia es feroz y lleva a algunos profesionales de la voz a reducir sus precios para ganar visibilidad y resaltar entre la multitud.

No obstante, aunque los precios bajos pueden atraer clientes en un principio, también pueden tener efectos negativos a largo plazo. Al cobrar tarifas por debajo de su valía, los locutores alimentan la percepción de que nuestra profesión es de bajo costo y por lo tanto, de menor calidad.

Es crucial que, como profesionales de la voz, comprendamos el valor de nuestro talento y experiencia y en lugar de competir únicamente en el ámbito de precios bajos, demostremos nuestra habilidad y profesionalismo.

¿Cómo? con la diversificación de un portafolio de trabajos, invertir en nuestro desarrollo con capacitación constante, además de participar en redes profesionales que pueden ayudar a elevar nuestro perfil y atraer clientes dispuestos a pagar por la calidad que ofrecemos.

Vamos educando al público y a los clientes sobre la importancia de invertir en una buena locución, pues además es una estrategia para cambiar la percepción de la industria.

Hagamos saber, cómo una voz adecuada puede impactar positivamente en la imagen y el mensaje de una marca y puede abrir nuevas oportunidades para clientes dispuestos a pagar tarifas justas.

El locutor que cobra barato y no tiene suficientes contrataciones, se enfrenta a una disyuntiva entre necesidad económica y la percepción de valor en el mercado y aunque ofrecer precios bajos puede parecer una solución inmediata, es esencial considerar cómo esto afecta la industria de la locución en su conjunto.

Insisto, hagamos una revaluación de nuestras estrategias; vamos a enfocarnos en la calidad y el valor profesional.

Ayudemos a cambiar la dinámica, creando un mercado más equitativo, mejorando para todas y todos los involucrados, esta fascinante, complicada, a veces ingrata y a la vez tan placentera industria de la locución.

Nos escuchamos la próxima, en tanto tenga usted ¡muy buen día!

Facebook: Omar Espinosa Herrera

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