La radio comercial de frecuencia modulada (FM) ha sido durante mucho tiempo un pilar en la industria de los medios de comunicación.

Con su programación en vivo, música y anuncios publicitarios, ha ocupado un lugar destacado en la vida diaria de millones de personas en todo el mundo.

El problema es que siguen el mismo esquema de los últimos 10 años del siglo pasado y francamente, llega a ser tedioso y aburrido para los nuevos públicos. Esta mínima reflexión me lleva a diversos cuestionamientos, que comparto en esta misiva editorial.

¿Aún se escucha la radio por antena? y léase bien: “se escucha”, es decir, ¿cuántas personas ponen atención real a los comentarios de locutores? a los spots comerciales o programas musicales, de noticias o cualquier otro formato radiofónico.

En la era digital que vivimos, la creciente popularidad de los podcasts en plataformas de streaming de muy bajo costo e incluso gratuito, está sembrando la inquietud entre los radiodifusores tradicionales.

¿Puede la radio FM mantener su relevancia frente a esta revolución del contenido en audio bajo demanda?

Los podcasts han experimentado un crecimiento fenomenal en la última década y más, luego de la pandemia por COVID-19, pues lo que comenzó como un nicho, se ha convertido en una forma de entretenimiento y educación ampliamente aceptada.

Los oyentes pueden acceder a una variedad infinita de programas sobre cualquier tema imaginable, todo a solo un clic de distancia. Esto plantea otra pregunta inquietante para los radiodifusores de FM: ¿Cómo pueden competir con la flexibilidad y diversidad de los podcasts?

Uno de los mayores temores de los radiodifusores de Frecuencia Modulada, es la pérdida de audiencia ante la creciente popularidad de los podcasts. Las personas ahora pueden escuchar contenido personalizado en el momento que deseen, lo que socava la programación en vivo de la radio convencional.

A pesar de estos temores, los concesionarios de la radio, confían en las ventajas del medio, pues sigue y seguirá ofreciendo la inmediatez de la transmisión en tiempo real, conexiones con la comunidad local y la oportunidad de descubrir música nueva.

Además, la radio puede brindar noticias en tiempo inmediato, con mayor penetración credibilidad que las redes sociales, donde abundan las mala llamadas “Fake News”, que no son otra cosa que noticias engañosas.

En lugar de ver a los podcasts como una amenaza, los radiodifusores pueden considerarlos como complementos. Algunas emisoras ya están incorporando contenido de podcast en sus programaciones, brindando a los oyentes la opción de explorar una gama más amplia de contenido.

Pero pocos radiodifusores tienen la visión de aplicar la estrategia, que puede ayudar a retener a audiencias jóvenes que prefieren los podcasts mientras mantienen su base de seguidores tradicionales.

Para sobrevivir y prosperar en esta era digital, los radiodifusores de FM deben abrazar la innovación con la creación de sus propios podcasts, colaboraciones externas con creadores de contenido y el desarrollo de aplicaciones móviles para ofrecer programación en línea.

La adaptación es esencial para mantenerse en la mente de los oyentes en constante evolución.

Así que “no le saquen” concesionarios, la clave radica en encontrar formas de coexistir y adaptarse a las cambiantes preferencias de los oyentes y hacer entender a quienes trabajan en la radio actual que también deben capacitarse y evolucionar. ¡Salir de su zona de confort pues!

Aquellos que abracen la innovación y busquen nuevas formas de involucrar a sus audiencias pueden descubrir que la radio FM y los podcasts pueden complementarse mutuamente en lugar de competir directamente.

En última instancia, el futuro de la radiodifusión depende de la capacidad de adaptación de la industria a un mundo digital en constante cambio.

Nos escuchamos la próxima, en tanto tenga usted ¡muy buen día!

Facebook: Omar Espinosa Herrera

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