Recientemente se ha informado el retiro de uno de los tres barcos de tratamiento de agua de Valsequillo para ubicarlo ya sea en la laguna de Chignahuapan o en la laguna de San Juan Epatlán, lo cual constituye un gran error que puede costar vidas por la demora en el tratamiento en Valsequillo afirmó el Dr. En Biología Ernesto Mangas Ramírez, experto en contaminación acuática. Es un error táctico y técnico afirmó.
Las razones que dio a esta entrevista fueron las siguientes: El lago de Chignahuapan y en profundidades escasas que van de un metro a metro y medio. Las plantas de tratamiento de agua móviles, debido al calado del casco y al sistema de inyección de oxígeno y ozono, requieren metro y medio como mínimo para mantener la flotabilidad y evitar encallar y dañar los sistemas de inyección de oxígeno aseguró. Por otro lado, indicó que el volumen de agua de estos lagos es considerablemente pequeño, agravado en Epatlán por la escasa lluvia y la sequia actual de la zona que ha bajado considerablemente los niveles. También indico que, considerando que el volumen de agua que cada una de las unidades de oxidación avanzada puede tratar al día (100 000 metros cúbicos) implicaría que, y solo en caso de que pudiera navegar debido a la escasa profundidad, la unidad limpiaría en unas horas el lago de Chignahuapan y en dos días la laguna de Epatlán. Sin embargo, el costo del traslado y el riesgo de daño a la unidad ya sea en el traslado y operación en sistemas tan someros, pone en riesgo el funcionamiento del equipo que es vital para el tratamiento en Valsequillo.
El lago de Valsequillo se construyó entre 1946 – 1949, por la entonces comisión nacional de irrigación con un volumen de almacenamiento de 410 millones de metros cúbicos. Con una profundidad máxima de 31 metros en la zona de la cortina. La presa irriga entre 28 y 34 mil hectáreas de cultivo dependiendo de la concesión anual. A Valsequillo llegan el rio Atoyac y Alseseca que diariamente descargan entre 98 y 150 toneladas diarias de contaminantes que de acuerdo al Estudio presentado por CONACYT “ cuenca del alto Atoyac (Tlaxcala y Puebla): región de emergencia sanitaria y ambiental; problemática socioambiental y recomendaciones para su atención integral” La población de la cuenca del Alto Atoyac, presenta concentraciones de metales pesados, plaguicidas y otros contaminantes que están relacionados con la alta incidencia de cáncer, insuficiencia renal y otras afectaciones. Además, dichos contaminantes al llegar a los cultivos dañan el suelo, disminuyendo la fertilidad del suelo, llegan a los forrajes, a la carne y leche del ganado que las consume. Por esta razón es imperativo la puesta en marcha de las tres unidades de oxidación avanzada en el lago de Valsequillo, ya que estas mejorarán la calidad del agua que llega a los campos de irrigación disminuyendo el problema en los alimentos que llegan a nuestra mesa. El quitar una unidad implica que en un mes se dejen de tratar tres millones cien mil metros cúbicos de agua. Retrasando los efectos benéficos que se requieren para hacer evidentes el manejo de la calidad del agua de la presa los cuales ya han sido acreditados tanto por estudios del Instituto Politécnico Nacional como por estudios de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla los cuales han sido publicados y avalados en artículos científicos internacionales.
Al retirar una unidad no solo retrasa el efecto de recuperación de la presa sino que disminuye las posibilidades de salud de las personas que viven alrededor de la cuenca ya que Puebla ocupa el tercer lugar en el País en mortandad por enfermedad renal crónica (ERC) y Tlaxcala ocupa el sexto, enfermedades asociadas a la contaminación de la cuenca del Atoyac. Sin embargo, de acuerdo al estudio de CONACYT, si sumamos ambas la cuenca del Alto Atoyac-Valle de Puebla ocupa el primer lugar a nivel nacional en mortandad por este padecimiento. El sacar uno de los barcos de tratamiento de agua costara vidas concluyó.
Tasas de mortalidad por enfermedad renal crónica (ERC) en los años 1990, 2000, 2010 y 2019, para todas las edades, ambos sexos, en cada una de las entidades de México. Las líneas punteadas horizontales señalan el valor de la media nacional para cada año. En color rosa se resaltan los estados de Puebla y Tlaxcala. (Si estos datos se suman en apariencia la cuenca del alto Atoyac tendría la mayor tasa de mortandad en el país) Fuente de los datos: IHME, 2023.
Porcentajes de la población que sobrepasa los niveles de referencia (guinda) para 9 elementos químicos con conocidos efectos tóxicos (arsénico y metales).