Hay una frase que me encanta del gran novelista francés Gustave Flaubert que dice « Creo que sí mirásemos siempre al cielo acabaríamos por tener alas” y pienso que esa frase define totalmente a Katya Echazarreta, la primera mujer joven mexicana que a los 26 años, logró viajar al espacio y por ende conquistar a la NASA, ella como un acto de premonición a los 7 años, le decía a su mamá “Yo voy a viajar al espacio”, y lo más increíble es que lo cumplió.
Katya Echazarreta nació un 16 de junio en Guadalajara, Jalisco, actualmente tiene 27 años, y a los 7 años se mudó con su familia a la frontera con EE.UU., entre Tijuana y San Diego, donde finalmente se estableció (BBC). Fue educada en San Diego City College (2013-2016), posteriormente asistió a la Universidad de California en Los Ángeles (B.S. en Ingeniería eléctrica; 2016-2019) y en la Universidad Johns Hopkins (M.S. en Electrical and computer engineering) (2021-2023). (Wikipedia).
Solo una chica como Katya Echazarreta con tantas cualidades, cubriría el perfil para portar con dignidad una traje espacial y literal, llenar los zapatos de astronauta.
Créame mis queridos lectores, que lo que a continuación diré, no son vanos calificativos, la verdad es que este ocho de noviembre de 2023, tuve la gran oportunidad de conocerla personalmente, y pude corroborarlo, primero al escucharla en una excelente conferencia que dio a los estudiantes de ingeniería de diversos puntos del país, evento que organizó el Instituto Tecnológico de Puebla, y posteriormente al entrevistarla.
Mi gran interés por hacerle una entrevista, se dio por satisfecho al descubrir tantas cualidades en una joven persona, quién es inteligente, determinada, valiente, tenaz, sencilla, genuina, de buen trato, en resumen, brillante, una gran persona, y voy más allá, una gran mexicana, esto último lo vas a corroborar, casi al final de todo este relato.
Para empezar, lo primero que te compartiré, son todas las experiencias que nos narró Katya Echazarreta en propia voz, durante su conferencia, justo ahí responde a la mayor parte de las interrogantes que yo tenía, y al final de compartiré la breve pero magnífica experiencia que tuve al entrevistarla.
EL ANTECEDENTE
Cuando me enteré que una mexicana de veintiséis años se había convertido en la primera mujer más joven en conquistar el espacio en Estados Unidos, dentro de mi creció un gran impulso de quererla entrevistar, y me prometí que no perdería la oportunidad de hacerlo, con seguridad esa joven astronauta, tendría muchas cosas que platicar.
Soy una persona que ama ver el cielo a todas horas del día, y que disfruta ver los distintos tonos que nos regala, me encanta ver los amaneceres, atardeceres, disfrutar de las noches estrelladas, desde cualquier parte, playa, campo, bosque, es algo que realmente disfruto.
Y cuando me enteré que tendría la oportunidad de conocer a la joven Katya Echazarreta, quien logró ir al espacio y mirarlo en todo su esplendor, de día y de noche, estaba segura que sería una gran experiencia, y no me equivoqué.
Sin duda, uno de los aspectos que más interesaba saber a detalle, era conocer su historia de vida, el proceso de cómo logró llegar al espacio, conocer por su propia voz las barreras y desafíos que enfrentó para obtener uno de los lugares más preciados y competidos por muchos seres humanos que es viajar al espacio, y en un país tan competitivo como lo es Estados Unidos.
Y realmente, considero que sí sería un privilegio conocer a una joven, que como ella misma lo aseguró “fue seleccionada entre 7 mil personas de todo el mundo por Space For Humanity, con el propósito de trabajar en un proyecto de investigación sobre el fenómeno denominado Overview Effect (Efecto Visión General) en la misión New Shepar en el cohete NS21 de Blue Origin.” (Poblanerías.com)
Mi corazón se llenó de emoción cuando un día, me pidieron representar a la AMPEP (Asociación de Mujeres Periodistas y Escritoras de Puebla), en un evento del Instituto Tecnológico de Puebla que por cierto –por primera vez en su historia lo dirige una mujer-, la maestra Yeyetzin Sandoval González.
Precisamente en ese evento anunciaron, que se llevaría a cabo en el Centro Expositor del Puebla, la Cumbre Nacional de Desarrollo Tecnológico, Investigación e Innovación (INNOVATECNM 2023), donde además de interesantes exposiciones tecnológicas estudiantiles de diversos institutos del país, habría conferencias magistrales, incluida la presencia de Katya Echazarreta, sin duda esa fue una de las mejores noticias que podría haber recibido, y justo ese 8 de noviembre de 2023 sería la ansiada cita, que yo un año atrás, estaría esperando.
Yo desde hace tiempo ya había pensado las preguntas que le haría, ¿cómo llegó a la NASA?, ¿Qué la llevó a ese punto?, ¿Qué proceso tuvo que realizar para llegar al espacio?, ¿cuáles fueron sus principales desafíos?, ¿Qué sintió al estar ahí?, ¿Cómo se ve el espacio?, ¿Cómo le cambio la vida la experiencia?, en fin había tanto que preguntar.
EL INICIO DE LA CONFERENCIA
Lo más interesante es que desde que inició su conferencia, poco a poco casi todas las respuestas a mis preguntas, se fueron contestando poco a poco durante su exposición.
Ella con toda su juventud se movía con desenvoltura en el escenario, y con voz agradable y segura, fue narrando su historia de vida, ella logró atrapar a cada a uno de los asistentes, sus relatos iban acompañadas de magnificas fotografías que fueron evidenciando todo su caminar, que la llevó a el espacio.
Entonces, mi ansioso lector, te iré platicando de manera resumida, pero nutrida, lo más significativo de las anécdotas que Katia nos narró durante la conferencia que dio a los estudiantes de distintos tecnológicos del país, y al final te compartiré mi breve pero interesante entrevista, esto con el fin de llevar un orden cronológico, pero antes me gustaría adelantarme un poco…
Resulta que al final de la conferencia tuve el privilegio de ser la única en entrevistarla, -cosa que no fue nada fácil-, sino por el contrario tuve que esquivar una gran valla humana, y las pocas ganas de permitirme acceder a ella. Pero yo tenía una misión personal, que por cierto, -me siento muy satisfecha de haberlo logrado-, gracias a suplicas y algunos bloqueos, que me encargué de esquivar, por fin ella me permitió hacerle unas cuantas preguntas, a raíz de esto, corroboré lo que claramente se veía en el escenario, Katya es una joven sencilla, auténtica, agradable, extremadamente solidaria, y lo más importante , que es una gran persona que ama a su madre y su familia, y lo mejor de todo ama a su país.
Como lo comenté Katya Echazarreta empezó a narrando como a los 7 años, con toda la seguridad afirmó “Yo voy a ir al espacio” y vaya que lo logró.
Ella comentó que a sus 16 años, “lo seguía diciendo pero ya no estaba tan segura, y que a los 20 años ya empiezas a ver la realidad, pero también pensaba “lo puedo intentar”, dijo “me fascinaba la ciencia y quería trabajar en el espacio, pero te das cuenta que no controlamos muchas cosas, y que tus padres no tienen el dinero para eso. Pero entonces ¿Qué vas hacer con lo que sí tienes?”
Katia asegura “ todos tenemos privilegios, aunque a veces creemos que no los tenemos, pero que si tenemos lo suficiente para salir adelante, por ejemplo estudiamos, escuchamos. Poder estudiar es un privilegio y todos tenemos esa oportunidad. La verdad es que mi mamá siempre me apoyo.”
Echazarreta platicó que ella también vivió la discriminación de género en carne propia, y dijo “Mi papá es ingeniero en electrónica, pero él quería que mi hermano menor fuera ingeniero, -y no yo-, y él le compartía todo sobre su profesión, todo lo relacionado a circuitos y esos temas, y le daba toda la información, yo le pedía a mi hermano que le dijera a él “que le encantaba la tecnología, y yo le daría dinero”, para que mi hermano me trajera todo lo que le daba mi papá.”
Cuando por fin les dije a mi familia que a mí me gustaba la ingeniería, me preguntaron ¿Cómo si nunca tocaste un circuito?, la verdad es que yo tenía escondidas en mi habitación, todas las cosas que mi papá le había dado a mi hermano, y que él me había pasado.
La astronauta platicó que a los 17 años ella había aplicado a la universidad para estudiar ingeniería en electrónica, pero que en esos momentos sus papás decidieron separarse, y entonces ella, su mamá y su familia, se quedaron sin nada, sin casa, coche, ni cuentas de banco.
Entonces a raíz de esa separación, “toda la familia dormía en un colchón sin sabanas en el piso”, pero “sabíamos que íbamos a salir adelante con nosotras mismas”. Pero en esas condiciones, ¿cómo puedes decir que vas a ir a la NASA? Porque yo tenía cuatro trabajos, llevaba a mis hermanos a la escuela y solo dormía 4 horas para ayudar a mi familia.
INGRESO A LA UNIVERSIDAD DE CALIFORNIA, EN LOS ÁNGELES.
Continuó con su relato la astronauta mexicana: “Y pensé esta meta de ir al espacio, la meta de mi familia, se va a quedar en el colchón en el piso, porque aún con cuatro trabajos, si no estudio, no voy a lograrlo”. Entonces decidí, ser una de las mejores estudiantes, entrar a una de las mejores universidades de Estados Unidos, a la Universidad de California, y pensé, voy a sacar a mi familia de aquí”.
Entonces un día me dicen que me han seleccionado para aplicar para una de las becas más importantes, la Universidad de California, la número uno de las universidades públicas de Estados Unidos, pero sólo para -aplicar-. Entonces apliqué y me la gané, pero no solo una beca académica para estudiar la ingeniería en electrónica, también logré obtener otra, la beca de manutención, en la cual me pagan renta, comida, carro, gas, basura, aseguranza, ¡todo!.
Y le llamé a mi mamá y le dije mi primer ¿qué crees?, “ella sabe que cuando le digo eso, estoy a punto de decirle algo que va a cambiarnos la vida”.
Katya continúa narrando: “Entonces, ya estoy en la Universidad de California, estudio eso que siempre quise estudiar, y un vez más me doy cuenta que las cosas no son como un cuento. Porque llego a la universidad y los maestros y todos los compañeros, “no creen que una persona como yo, que alguien que se ve como yo, no fue capaz de logra lo que yo logré”.
En las clases me decían los profesores, “que me había equivocado”, a mí y a otra compañera latinoamericana, – ambas estudiantes de ingeniería-, nos decían “Que nos cambiáramos de carrera, que estudiáramos otra cosa, que le habíamos robado el lugar a una persona que realmente se lo merecía”. “Pero… ¿quién se lo merece más, que la persona que logró entrar, de un 1.5% de toda la universidad?”, no solo de ingeniería, logré entrar en ese porcentaje mínimo de la población de aspirantes de toda la universidad. La verdad es que, de un total de 7 mil aspirantes, Katya logró ser seleccionada para obtener sus 2 becas.
Cuando me decían eso, pensaba ¿a quién vas a escuchar?, ¿vas a dejar que te afecte?, ¿vas hacer caso a las personas que no te conocen y te juzgan? . Y entonces decidí que a la única persona a quien le iba a hacer caso, era a mí. Decidí que esas palabras no me lastimarían.
Y me di cuenta, de que estaba en un lugar donde era la única mujer, y todos los demás son hombres, estoy en Estados Unidos, donde a los mexicanos no nos ven como ingenieros, ni como científicos.
Entonces decidí, que este camino era mi estrella, la verdad es que yo lloraba y continuaba, me limpiaba las lágrimas, y volvía a continuar.
EL INGRESO A LA NASA
Y un día me llaman y me dicen que me quieren entrevistar para la NASA, al leer la información vi que buscaban a un programador y a mí no me gustaba programar, por un momento pensé que esa entrevista no era para mí, sin embargo, decidí que la tomaría y que haría absolutamente todas las preguntas que tenía.
Además, investigué todo lo que pude sobre mi entrevistador, sobre su vida y en LinkedIn, y cuando me dijo al final de la entrevista, ¿tienes alguna pregunta?, le pregunté todas mis dudas, cuáles eran sus proyectos, qué es lo que quería para su vida y para su carrera, le pregunté muchas cosas. Me dijo: “yo quiero que sepas que no es el único trabajo que hay aquí, otro lo puede hacer”. Y al finalizar la entrevista, pensé que no me iban a contratar a mí.
A los quince días, me llamaron nuevamente de la NASA y me dijeron: “Te queremos ofrecer un trabajo como pasante”. El entrevistador me dijo, “es otro trabajo diferente al otro, después de la conversación que tuve contigo, me quedé muy impactado y les platiqué de ti, busqué al equipo de ingeniería y de electrónica y les platiqué sobre ti. Y les pregunté si tenían algún proyecto que pudieras realizar y me dijeron que sí. Y acabamos de diseñar un trabajo específico que harás tú, para que puedas trabajar y aprender aquí.” Y me dijo ¿lo aceptas?, y le dije, ¡sí acepto!, ya me desperté por completo. Y así, empezó mi trabajo en la NASA.
El primer día que llegué a la NASA me dieron un documento muy grande, era el diseño de un circuito, lo estudié casi toda la noche, eran 50 páginas, y de todo el texto solo entendí como cinco páginas, y sentí que no iba a durar ni dos días en la NASA. Yo casi no lloro pero esa vez, lloré mucho.
Al día siguiente, la persona que me dio el documento me dijo ¿Cómo te fue? LLoré le dije, y me contestó: “te pido perdón, no tenías que leerlo todo, ese trabajo tengo un año diseñándolo, -en cuatro horas, no lo ibas a poder entender-, un ingeniero de 20 años de experiencia no lo podría entender, entonces le dije que lo único que había logrado entender de las cinco páginas, y me dijo, ¡felicidades, lo que me acabas de explicar, a mi me costó entender 2 semanas!
La astronauta Katya Echazarreta continuó su relato durante su conferencia: “En mi trabajo en la NASA, entendí que sí tenía un lugar aquí, que es lo más difícil que he hecho en la vida, pero que me encanta, le dedico mi tiempo, me esfuerzo y lo logro”. Entonces después de esas diez semanas, me dan otras diez semanas, y otras diez, hasta que decidí que me tenían que contratar, porque yo necesitaba un trabajo después de graduarme, necesitaba seguridad, entonces inicié un rumor de que me estaba postulando para otras agencias especiales, y sorpresivamente seis meses antes de mi graduacación, salí con mi primera oferta de trabajo de la NASA.
Después de un año como ingeniera de la NASA, realmente no me gustaba lo que me daban de trabajo, y obvio como nueva, no te van a dar los mejores proyectos, así que decidí que tenía que hacer algo al respecto. Con un año de experiencia como ingeniera en electrónica, de líder técnico no te van hacer Líder de pruebas de la luna de Júpiter Europa, entonces me empecé a presentar como Katya Echazarreta soy “Líder de pruebas de la misión a la luna de Júpiter Europa”, el trabajo ya se estaba haciendo y se estaba haciendo bien. Entonces mi líder técnico de la misión se reunió con los más importantes, y se aceptó que lo fuera.
A mis 23 años, yo ya había logrado muchas cosas, y estaba dispuesta para aplicar a mi Primera Misión Espacial, me preguntaba ¿si fuera en un mes, estarías lista?, y empecé a prepararme para eso, e hice todos los entrenamientos necesarios, como por ejemplo utilizar trajes espaciales presurizados, los cuales, cuando no están presurizados te aprietan de la cintura para abajo. Y cuando están presurizados son como estuvieras dentro de un globo, quieres doblar tu brazo y no puedes, es difícil moverse.
LA MISION ESPACIAL: NEW SHEPAR EN EL COHETE NS21 DE BLUE ORIGIN.
Y tres años después, cuando tenía 26 años, me dicen que quieren hablar conmigo y me hacen un entrevista oficial y me informan que soy finalista para ir al especio, y yo les pregunté ¿finalista de cuantos de, 1000 500,100?, y me responden de 5 contigo. Y me hacen otra pegunta ¿qué tienes planeado para hacer en marzo?, y yo pregunté ¿para marzo del próximo año?, y me responden, no para este marzo de 2022. Y yo dije ¿en un mes?, y me contestaron, sí en una semana empiezan los entrenamientos. Y recuerdo que justo después de esa entrevista, todos estábamos llorando.
Y yo pensé ¿Qué hubiera pasado si yo no hubiera hecho por mí propia iniciativa los entrenamientos?, viendo en retrospectiva, hice todo, tenía todo y ¡sí quede! Y entonces le doy mi tercer ¿qué crees a mi mamá?
LA PRIMERA MEXICANA QUE VA AL ESPACIO
Entonces como lo publicaron diversos medios de comunicación a nivel internacional, Katya Echazarreta se convierte en la primera mujer nacida en México que viajó al espacio cuando el pasado 4 de junio de 2022 y formó parte del quinto vuelo tripulado de la empresa Blue Origin en la misión Shepard NS-21. (unotv.com)
¿QUE SE SIENTE ESTAR EN EL ESPACIO?
Katya Echazarreta, dijo que una de las preguntas que más le hacen es ¿qué se siente estar en el espacio?, y dijo: “Quiero que se imaginen que están flotando, todo lo de tu cuerpo que está adentro y afuera flota, incluidos los órganos, la pipi, todo. La sangre que está acostumbrada a bajar gracias a la gravedad, hace lo contrario, en el espacio la sangre la sientes por todos lados, -sobre todo en la cabeza-. Por ejemplo acuéstate, haz la cabeza para atrás, que cuelgue, y te tienes que acostumbrar a esa sensación.”
LA SENSACIÓN DE ESTAR EN EL ESPACIO
Cuando vas al espacio, por un momento se te olvida lo que estabas haciendo ahí, físicamente es una experiencia muy pesada, primero es el lanzamiento, sientes que tu cuerpo pesa tres veces más de lo que pesa. Después tu cápsula se separa del cohete, y te avienta, y escuchas un sonido muy fuerte. En ese instante tu cuerpo y tu mente se preguntan ¿Por qué tienes tanta sangre en la cabeza?, tu cuerpo dice eso, pero en realidad no es así. El cerebro procesa diferente. “es una pelea entre mi cerebro y mi cuerpo”, no se entienden. En esos instantes se te olvida que estás viajando al espacio…
CUANDO VES EL PLANETA TIERRA…
Continúa narrando Katya: Con ese proceso confuso que vive el cuerpo y el cerebro, momentáneamente se te olvida que estás viajando al espacio. Pero tu cerebro te dice ¡Ya haz lo que tengas que hacer!. Y entonces sin querer ves la ventana… ¡Y ves el planeta!, ver el planeta es la experiencia más hermosa que alguien puede tener en la vida.
“Durante mi vida, yo siempre volteaba hacia arriba y veía las estrellas. Lo más bonito que vamos a ver en esta vida, es ver tu propio planeta, no se ve como en las fotos, ni cómo en los vídeos, porque el planeta es un objeto en 3 dimensiones, y siempre lo hemos visto en 2 pero tiene 3. Y desde arriba puedes apreciar que éste es el desierto, y del otro lado estás son las montañas y que estas son las nubes, y que esta nube se conecta con otra con la CDMX.”
“Y ves el azul de la atmosfera, y el negro profundo del espacio. Y para que no me pregunten: ¡sí, la tierra, sí es redonda!” (y todo es auditorio lleno de jóvenes estudiantes de ingeniería, se ríe con fuerza)
EFECTO PERSPECTIVA
Cuando mi estimada Katya Echazarreta habló ante el auditorio de cientos de jóvenes estudiantes de ingeniería del “efecto perspectiva”, en realidad yo no entendía con claridad de qué se trataba, entonces, me di a la tarea de investigar qué era, y de acuerdo a la página www.wikiwand.com lo define como: “ El efecto perspectiva es un cambio cognitivo de la conciencia que algunos astronautas y cosmonautas experimentan durante los vuelos espaciales, cuando observan la Tierra desde la órbita o desde la superficie lunar. Este efecto describe un cambio en la forma de pensar que tienen acerca del mundo, y el efecto aumenta a medida que se alejan de la Tierra. Podría decirse que el efecto perspectiva es una transformación de la consciencia a partir de la experiencia de observar con sus propios ojos la realidad de la Tierra como una unidad”.
Después de tener la claridad de dicho concepto, entiendo lo que la joven astronauta comentó: “Te das cuenta que vivir para ti, lograr para ti, no es suficiente. Cuando regresé a México y hablé con miles de niños, tuve que ir a terapia, y muchos de ellos me pregutaban ¿Katya cómo puedo lograr lo que tu lograste, cómo puede ser como tú?. Yo no podía decirles “tienes que salir de aquí, porque eso aquí no existe”, no le puedes decir eso a un niño…
Me decían: “Tú puedes hacer mucho, explicando para que se inspiren, y yo pensaba ¿para qué queremos que se inspiren, que sueñen, para qué? Si todo se va a quedar en un sueño.”
LA INDUSTRIA ESPACIAL MEXICANA QUE CREA KATYA ECHAZARRETA
Sigue narrando Katya. “Entonces cuando entiendo todo esto que me preguntaban los niños, tomé la decisión que no iba a regresar a Estados Unidos a mi carrera espacial, y llevo 1 año con la creación de una Industria Espacial Mexicana, pensé que no me iba a detener hasta que haya una tripulación mexicana, con tecnología mexicana, con el sello “HECHO EN MÉXICO”. Es indispensable hacer algo en nuestro país, porque después de que un mexicano fue al espacio, en 40 años ¿qué se ha hecho? Nada, -respondió Katya-
Y entonces Katya se ha dado a la tarea de crear La Fundación Espacial Katya Echazarreta, que como en su página de internet lo describe: Es una asociación civil sin fines de lucro, con el objetivo social principal de impulsar a los jóvenes, mujeres y niños, así como también científicos e ingenieros de México, a desarrollar aptitudes para realizar estudios avanzados en el ámbito espacial, planetario, protección del planeta y del medio ambiente.” Te comentó amable lector que, si estás interesado sobre este tema, busca su página en internet y ahí obtendrás más información.
GESTIÓN DE REFORMAS CONSTITUCIONALES A FAVOR DEL ESPACIO
Como la joven astronauta lo mencionó en su conferencia, además, ha trabajado duro para impulsar la Industria Aeroespacial en México con reformas que buscan cambiar los artículos 28 y 73 de la Constitución, para otorgar más recursos a la industria espacial de México. Ya que desde la última vez que fue un mexicano al espacio, hace 40 años, no ha habido grandes avances.
MI ANSIADA ENTREVISTA CON KATYA ECHAZARRETA
Al final de la conferencia, tenía la vista puesta en mi misión de entrevistar personalmente a Katya Echazarreta, y como lo comenté al inicio, tuve que esquivar varias personas para que pudiera acceder a ella, primero para tomarme la preciada foto del recuerdo, y segundo para poder hacer las preguntas que consideraba eran necesarias y que todavía quedaban en el tintero.
Aquí la breve entrevista:
1.- Katya cuando estabas en el espacio después de recuperarte de este proceso tan difícil para el cuerpo y la mente ¿qué fue lo primero que pensaste?
R= Quería prestarle mis ojos a mi mamá, eso es lo primero que quería
2.- Es decir que le dedicaste ese momento a ella.
R= Sí (asintió con nostalgia)
2.- Con tu corazón ¿Qué le dirías a los jóvenes que tienen una condición de pobreza para que puedan seguir tus pasos?
R= Yo diría que definitivamente, como mencioné en la conferencia, no podemos controlar nuestras situaciones, obviamente existen problemas muy grandes y obstáculos muy grandes, pero no por eso vamos a tomar la decisión de que ya, que ahí quedó, y que no fue para nosotros. Entonces, yo entiendo que es una situación muy compleja, y no es así de fácil como decir estudia y sigue adelante, porque las situaciones nos son simplemente así. Pero lo que sí puedo decir, es que busques lo que sí puedes hacer, busca lo que sí sabes hacer, busca cualquier oportunidad que puedas encontrar, para tratar de salir adelante, y no estoy hablando, que de un momento a otro vas a ser ingeniero espacial, sino busca la manera de irte a ese siguiente pasito, y así, pasito a pasito.
3.- ¿Qué les dirías a las niñas para que se enamoren de la ciencia?
R= Las niñas en mi experiencia, muchísimas niñas ya están enamoradas de la ciencia, más bien el problema es que van creciendo y van entendiendo mucho problemas de la sociedad, y van entendiendo que muchas personas, tal vez sus propias familias o sus propios maestros, tienen pensamientos y sienten que estas cosas no son para ellas, entonces con el tiempo se van quedando atrás. Entonces, no se trata tanto de que las niñas se enamoren de la ciencia, ellas ya están, se trata de que todos los que estamos alrededor, nos pongamos a pensar en eso.
Qué honor Katya, muchas gracias.
R= ¡Gracias!
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