La Arquidiócesis de Puebla realizó este jueves Santo en la Catedral de Puebla el gesto del lavatorio de pies, en el que se recuerda como Jesús lava los pies a sus apóstoles, esto anunciaba que por amor estaba dispuesto a aceptar la humillación de la Cruz para ofrecernos el servicio de purificarnos del pecado con su propia sangre.

Francisco Javier Martínez Castillo y Tomás López Durán, obispos auxiliares de la Arquidiócesis de Puebla, fueron los encargados de realizar dicha acción.

Durante su sermón, el obispo auxiliar Martínez Castillo resaltó que, en Puebla, el lavatorio de los pies es una actividad con suma importancia en la población y con ello se da comienzo con los días mayores, que es la visita de los siete templos que representa el acompañamiento que los discípulos dieron a Jesús hasta su crucifixión.

Señaló que es necesario la paz en todo el mundo, esto ante los problemas de inseguridad que se han presentado en los últimos días, sobre todo en Puebla.

Pidió a los creyentes atender los mandatos que dicta la iglesia Católica, por lo que reiteró el llamado a que se continúen con las creencias que, durante años, han sido parte de esta religión.

“Una forma de servirle a los demás es mantenernos en una actitud constante de la verdad. He recibido de Dios la capacidad de amar a los demás, por eso no hay que ser indiferente ante las necesidades que tienen los otros, por eso me comprometo en la lucha por generar las mejores circunstancias para que el ambiente en donde yo vivo, pueda ser mejores y hay que comprometernos a ser constructores de paz para tener una sociedad mejor”, expresó.

Al término de su mensaje ante la gente, los dos obispos auxiliares procedieron a lavarle los pies a los adultos mayores del asilo de Santa Inés, el cual es atendido por las religiosas Siervas del Sagrado Corazón de Jesús y de los Pobres.

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