La Academia Mexicana de Ciencias otorgó al doctor Abraham Meza Rocha, de la Facultad de Ciencias Físico Matemáticas (FCFM) de la BUAP, el Premio de Investigación para Jóvenes 2024, una de las distinciones más importantes del país para hombres menores de 40 años y mujeres de hasta 43, quienes realizan ciencia de frontera en las áreas de exactas, naturales, sociales, humanidades, ingeniería y tecnología.

En el caso del doctor Meza Rocha, el premio reconoce su trabajo en ciencias exactas, específicamente en materia de fotoluminiscencia y dispositivos eficientes bajo excitación ultravioleta y libres de metales pesados, como el mercurio, para hacerlos más eficientes y amigables con el medio ambiente.

Meza Rocha es el tercer científico de la BUAP que recibe este galardón, el cual se suma al que recibió hace un año: la Cátedra de Investigación Marcos Moshinsky 2023. En la educación pública reconoce el peldaño que le ha permitido acceder a distintas oportunidades para su crecimiento y desarrollo profesional.

“La educación pública nos cambia la vida; sin ella hubiera sido muy difícil desarrollarme. En el caso de la BUAP, estoy muy agradecido porque me ha dado todas las facilidades, desde el punto de vista intelectual, hasta la libertad para hacer mi trabajo. Aunque no soy propiamente de la planta académica, sino del programa de “Investigador por México” (antes Cátedra Conahcyt), la universidad me arropa y apoya, sin distingos”, expresó.

El doctor Abraham Meza estudió la licenciatura en Física en la Universidad Autónoma de Sinaloa, mientras que su maestría y doctorado en el Departamento de Física del Centro de Investigación y Estudios Avanzados (Cinvestav), donde trabajó con la fotoluminiscencia.

Posteriormente, hizo una estancia posdoctoral en la Universidad Autónoma Metropolitana, enfocando su investigación en espectroscopia de lantánidos en sistemas amorfos, particularmente vidrios basados en fosfato de zinc, para aplicaciones de láser y dispositivos de iluminación de luz LED.

Lo anterior le abrió una oportunidad para incorporarse a la BUAP como Cátedra Conahcyt, en 2015, e integrarse al Laboratorio de Caracterización.

“Cuando llegué a la BUAP empecé a trabajar en vanadatos, cristalinos y amorfos. Gracias a esto, y a las facilidades que me dio la universidad, se montó el Laboratorio de Caracterización y se adquirió equipo, como el espectrofluorímetro. Todos los resultados obtenidos y lo que hacemos con los estudiantes es lo que da soporte a este premio, por eso creo que es un logro colectivo”.

Combatir la contaminación por mercurio

En cuanto a las aplicaciones de su trabajo, se enfocan en vidrios y vanadatos; es decir, en iluminación. Asimismo, mantiene colaboraciones como el proyecto consorcio BUAP-IPN, con el que buscan encontrar sistemas basados en vanadio con alta eficiencia cuántica para ofrecer opciones que reemplacen a las lámparas fluorescentes, las cuales -aunque son eficientes- tienen la desventaja de tener mercurio en su interior, mismo que al concluir su tiempo de vida, contamina suelos y agua, pues su acumulación en los vertederos es difícil de controlar.

“Existe un gran interés por tratar de eliminar los metales pesados de la tecnología de uso masivo, porque el control de residuos es muy complicado y trae serias consecuencias a la salud del ser humano y al medio ambiente”, señaló.

Otra de las aplicaciones es láser en el visible o infrarrojo, además del estudio en vidrios invertidos, porque tienen una baja densidad de energía fonónica. Su aportación en este sentido, radica en modificar la composición química para tratar de aniquilar fonones de alta energía y así inhibir procesos entre los lantánidos.

En cuanto a formación de recursos humanos, el doctor Meza Rocha reconoce en sus estudiantes de licenciatura, maestría, doctorado y posdoctorado, un apoyo fundamental para crear nuevas líneas de investigación que permitan dar respuesta a problemáticas vigentes.

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