Cada año, la Central de Abastos se transforma en un festín de colores, aromas y tradiciones durante la temporada de Día de Muertos. Este icónico mercado se llena de vida mientras los comerciantes preparan altares, ofrecen productos típicos y comparten historias que rinden homenaje a seres queridos que han partido.
Desde flores de cempasúchil, calaveritas de azúcar, hasta pan de muerto, cada rincón se adorna con elementos que evocan la esencia de esta celebración tan significativa. Los visitantes pueden disfrutar de la calidez de la comunidad, probar delicias locales y adquirir artículos artesanales que representan la riqueza cultural de México.