El arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez Espinosa, dirigió la misa dominical en la Basílica Catedral y dedicó oraciones al exalcalde de Tepeojuma, Manuel Ismael Gil, asesinado el viernes pasado en Chietla mientras trabajaba en su refaccionaria. Durante su homilía, el arzobispo condenó enérgicamente el crimen y lanzó un llamado urgente por la paz en el país.
“Pidámosle a Dios que traiga paz a este México que tanto amamos, pero que tanto está sufriendo, con tanta sangre derramada”, expresó Sánchez Espinosa, lamentando el alarmante incremento de la violencia. Resaltó su preocupación por el desprecio creciente hacia la vida humana, subrayando que las noticias de actos atroces se han convertido en una constante que sacude a la sociedad diariamente.
El prelado se mostró impactado por la brutalidad de los hechos que llenan las noticias, describiendo con pesar: “Atormentaron, mataron, descuartizaron y quemaron a personas; es terrible. Un desprecio espantoso por la vida que tristemente presenciamos en todas partes”. Ante los fieles reunidos, el arzobispo reflexionó sobre la brevedad de la vida y la importancia de hacer el bien sin esperar un mañana seguro. “El fin de nuestra historia llegará sin aviso, así que debemos estar preparados y siempre hacer lo correcto”, insistió.
Sánchez Espinosa también habló sobre las dificultades actuales que enfrentan las familias mexicanas, como la violencia, la inseguridad y las crisis económicas y sociales. En medio de estas problemáticas, alertó sobre el riesgo de perder la esperanza y sucumbir a la desesperanza. “Pareciera que el mal está ganando terreno, lo que nos hace sentir que el sentido de la vida se nos escapa”, advirtió, aunque instó a no rendirse. “La palabra de Dios es esa luz que brilla en medio de las tormentas y la oscuridad”, afirmó.
El arzobispo animó a los fieles a fortalecer su fe: “No sabemos el día ni la hora, pero Dios llegará a iluminar nuestras vidas. Son tiempos muy difíciles, pero no hay que dejarse vencer”. Antes de concluir, anunció una jornada de mega evangelización para el próximo domingo en honor al día de Cristo Rey y adelantó que la Catedral se iluminará de rojo como símbolo de solidaridad con los cristianos perseguidos.