En la madrugada del 5 de diciembre, Puebla fue escenario de tres hechos de violencia que resultaron en dos muertes y un herido por arma de fuego, en distintas zonas de la ciudad.

Las autoridades locales han iniciado las investigaciones pertinentes para esclarecer los incidentes y dar con los responsables, aunque, hasta el momento, no se han obtenido resultados concluyentes en ninguno de los casos.

El primer suceso se produjo en la colonia Villas del Marqués, donde Jonatan Rodolfo, un hombre de 36 años, fue asesinado a balazos en su hogar, ubicado en la calle 106 A Poniente. Fue su propio hermano quien lo halló tras el ataque e intentó llevarlo al Hospital General del Norte; sin embargo, Jonatan falleció durante el traslado. Los paramédicos de SUMA confirmaron su deceso al llegar al lugar. La policía municipal, que acudió tras recibir la llamada de emergencia, informó que el vigilante de la caseta de seguridad había sido atado por los agresores antes de que estos se dieran a la fuga. A las 3:00 horas se notificó la muerte de Jonatan, y para las 6:00 horas, la Unidad de Traslados y Recuperación de Cadáveres (UTREC) realizó el levantamiento del cuerpo. Las autoridades aún no han precisado el motivo del crimen ni han identificado a los responsables.

El segundo hecho ocurrió en el Barrio de San Juan, en la intersección de la calle 24 Sur y Benito Juárez, en San Francisco Totimehuacan. Según testimonios, se escucharon tres disparos y se observó una motocicleta alejarse rápidamente por la calle Benito Juárez. La víctima fue identificada por un familiar ante las autoridades, quienes ya han comenzado a recabar testimonios y pruebas para esclarecer este hecho de violencia.

El tercer incidente se registró en la colonia Real de Guadalupe, en la Privada 13 Norte, esquina con el Camino a Tlaltepango, a las 07:45 horas. Un hombre de 23 años resultó herido de bala en la pierna izquierda por un individuo que se encontraba a bordo de una motocicleta. Según los informes, la víctima se dirigía a sus actividades cotidianas cuando el agresor lo alcanzó y le pidió su celular, valorado en 15,000 pesos. Al resistirse, el presunto asaltante disparó y, tras quitarle el teléfono, se dio a la fuga. Testigos alertaron a las autoridades, quienes coordinaron la intervención de paramédicos y fuerzas de seguridad. El joven fue llevado al hospital, mientras que las autoridades iniciaron los trámites legales correspondientes.

Las investigaciones continúan en curso, y se espera que, en los próximos días, las autoridades proporcionen más detalles sobre los posibles móviles de estos actos violentos.

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