El 7 de diciembre de 2024, la hija de la víctima recibió una llamada en la que le aseguraron tener secuestrada a su madre, exigiendo dinero para su supuesta liberación.
La denunciante informó lo ocurrido a la Fiscalía de Puebla que de inmediato inició investigación, logrando establecer que el número telefónico de los probables responsables se encontraba cerca del Reclusorio de Altamira, Tamaulipas.
Agentes investigadores implementaron un operativo que permitió la localización de la mujer de la tercera edad, ilesa, cerca de su domicilio.
Madre e hija recibieron asesoría ante los hechos de los que fueron víctimas.