Veladoras blancas en cruz, flores y pancartas con frases como “Fany quería cantar y el sistema permitió que la callaran” cubrieron este domingo la entrada de la Fiscalía General del Estado de Puebla (FGE). Decenas de jóvenes se reunieron ahí para exigir justicia por Estefanía N., una joven de 21 años asesinada en Xicotepec. Entre el dolor y la rabia, su amiga Vania tomó el megáfono para dejar claro un mensaje: “Fany no se suicidó, la mataron”.
La protesta de este 31 de marzo se convirtió en un homenaje. Entre quienes alzaron la voz había mujeres y hombres con camisetas blancas y pañuelos morados, símbolos de lucha contra la violencia de género. En el centro, un altar con fotos de Estefanía, quien soñaba con ser cantante de rap.
Vania, su amiga, fue la primera en hablar. Denunció que la Fiscalía no ha dado información clara sobre el caso y exigió que los responsables sean castigados. “Estamos aquí porque nos duele, porque nos indigna. No vamos a permitir que la muerte de Fany quede impune como tantas otras”, declaró ante la multitud.
El cuerpo de Estefanía fue encontrado el 25 de marzo en una bodega de plásticos en Xicotepec, con más de 40 puñaladas y golpes en la cabeza. Según Vania, el acordonamiento del lugar duró poco y la escena fue alterada antes de la llegada de las autoridades. “Sabemos que la persona que huyó se fue a Tamaulipas y que los dueños de la bodega limpiaron las evidencias. ¿Por qué no han sido investigados?”, cuestionó.
Las amigas de Fany aseguraron que tuvieron que insistir para que su muerte no fuera manejada como suicidio. Además, recordaron que la joven había denunciado acoso en redes sociales, aunque se desconoce si presentó una denuncia formal.
Fuentes policiales indicaron que su cuerpo mostraba signos de violencia física y, posiblemente, sexual. Sin familia cercana, tras perder a su madre en la pandemia y no conocer a su padre, Fany había encontrado apoyo en su círculo de amistades. Hoy, son ellas quienes exigen justicia, temen que su caso quede en el olvido y advierten que no dejarán de luchar hasta que los culpables sean castigados.