Taylor Swift ha recuperado finalmente los derechos de sus primeros seis álbumes, poniendo fin a una batalla que comenzó en 2019 y marcó un antes y un después en la industria musical. La artista confirmó que ahora es dueña de sus grabaciones originales, videos, conciertos, arte gráfico y canciones inéditas, tras llegar a un acuerdo directo con Shamrock Capital.
Con emoción, Swift anunció en su sitio web que “todo lo que he hecho ahora me pertenece”, agradeciendo el trato “honesto y justo” recibido por la firma de inversión. La disputa se originó cuando el empresario Scooter Braun compró el sello Big Machine, adquiriendo sin previo aviso los masters de los álbumes que catapultaron su carrera.

Una larga lucha por su legado
Durante más de una década, la cantante intentó negociar la compra directa de su catálogo, sin éxito. En lugar de ello, se le ofreció un acuerdo condicionado que ella calificó como injusto. Braun, posteriormente, vendió los derechos a Shamrock Capital, pero siguió obteniendo beneficios, lo que llevó a Swift a rechazar inicialmente cualquier colaboración.
Ahora, con un acuerdo sin intermediarios ni condiciones ocultas, Swift puede celebrar la recuperación completa de su legado musical. Aunque las cifras exactas no se han revelado, la artista describió el monto como “justo y razonable”, descartando las cifras millonarias que circulaban en los medios.
¿Qué pasará con sus regrabaciones?
Desde 2021, Swift ha lanzado versiones regrabadas de sus primeros discos bajo el sello Taylor’s Version, una estrategia para reducir el valor comercial de los masters originales. Hasta ahora, ha relanzado cuatro álbumes exitosamente, incluyendo canciones inéditas que fueron aclamadas por sus fans.
Pese a este logro, aún queda pendiente la publicación de Reputation (Taylor’s Version) y su álbum debut. La cantante admitió que ha tenido dificultades para rehacer Reputation, debido a la intensidad emocional con la que fue creado. Aun así, dejó abierta la posibilidad de lanzar material inédito de esa época si el público lo desea.
Sobre su disco debut, en cambio, confirmó que ya fue completamente regrabado y que está lista para compartirlo “cuando llegue el momento adecuado”.
Taylor Swift logró lo que parecía imposible: recuperar el control completo de su música. Ahora, libre de contratos injustos y llena de gratitud, puede decidir cómo y cuándo compartir su obra, en sus propios términos. Una victoria que resuena no solo para ella, sino para todos los artistas que luchan por sus derechos.