Las principales discográficas del mundo —Universal, Warner y Sony— han iniciado negociaciones por separado con startups de inteligencia artificial musical como Suno y Udio, buscando defender los derechos de sus artistas y asegurarse una compensación justa por el uso de sus catálogos. Estas conversaciones surgen mientras la industria se adapta al rápido avance de la música generada con IA.

Según el Wall Street Journal, las compañías exigen que se implementen tecnologías de huellas digitales y atribución para rastrear cómo y cuándo se utiliza música protegida. La intención es que tanto artistas como sellos discográficos reciban pagos por la utilización de sus obras en el entrenamiento y producción de música por parte de estas plataformas.

Música, IA y derechos de autor

La disputa gira en torno al uso de canciones con derechos en los modelos generativos de IA. Universal, Warner y Sony —que representan a estrellas como Taylor Swift, Drake, Ariana Grande, Karol G, Britney Spears y Shakira— quieren asegurar no solo una compensación económica, sino también participación en decisiones sobre los productos que generen estas plataformas con su música.

Las discográficas piden voz y voto en cómo funcionan estas herramientas y qué tipo de contenido pueden crear, buscando prevenir la reproducción de obras sin consentimiento.

Antecedentes legales y desafíos

Este conflicto no es nuevo. En junio de 2024, la RIAA (Asociación de la Industria Discográfica de EE.UU.) demandó a Suno y Udio por presunta violación de derechos de autor. Ambas empresas defendieron su tecnología argumentando que generan contenido original, sin replicar obras protegidas ni voces reales, gracias a filtros de protección.

Uno de los mayores retos ahora es establecer un modelo comercial viable para licenciar los catálogos a gran escala. Las discográficas buscan que los acuerdos no solo protejan la propiedad intelectual, sino que también cuenten con respaldo de los propios músicos.

Las negociaciones entre sellos discográficos y empresas de IA marcan una nueva etapa en la industria musical. Lo que está en juego no es solo la protección legal, sino el futuro de la creatividad y el control del contenido digital. La evolución de estos acuerdos será clave para definir cómo convivirán el arte humano y la inteligencia artificial en los próximos años.

Dejar respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here