La realidad virtual es una tecnología basada en los principios de la interacción humano-
computadora, que permite al usuario relacionarse con un entorno digital que replica el
mundo físico, mediante una ilusión óptica que transmite información visual.
Durante las últimas décadas, esta tecnología ha experimentado avances significativos que han posibilitado su aplicación en diversos ámbitos, dentro de los que destaca la medicina, en áreas como el manejo del dolor, trastornos degenerativos como la enfermedad de
Parkinson, fobias y ansiedad, y problemas de movilidad y equilibrio, mostrando efectividad en cada uno de ellas. Dentro de estos campos de aplicación se encuentra la rehabilitación motriz, cuyo propósito es maximizar la independencia de los pacientes tras una lesión o enfermedad. A nivel internacional, el 23 de marzo se conmemora el Día de la
Rehabilitación Motriz.
En el ámbito de la rehabilitación motriz, la realidad virtual ha permitido transformar las
terapias convencionales en experiencias inmersivas, interactivas, y personalizadas, siendo
la atención a la movilidad de extremidades y el equilibrio, las terapias más frecuentes.
En este sentido, diversas investigaciones destacan entre los principales beneficios de la
rehabilitación virtual, el aumento de la motivación y la participación de los pacientes,
gracias a la retroalimentación visual y la incorporación de tareas orientadas a la
manipulación de objetos virtuales, lo que contribuye al fortalecimiento de habilidades
motoras y cognitivas, mejorando los resultados de las terapias.
Por otra parte, estudios relacionados, han demostrado la utilidad de la realidad virtual para promover la actividad física y estimular funciones como la memoria, la atención y la resolución de problemas, especialmente en adultos mayores.
No obstante, a pesar de sus múltiples beneficios, el uso de la realidad virtual en la
rehabilitación motriz enfrenta aún diversos desafíos. Investigaciones recientes señalan,
entre ellos, la aceptación de la tecnología tanto por parte de los pacientes como
terapeutas, la disminución de la interacción directa paciente-terapeuta, los costos
tecnológicos, la necesidad de capacitación, y la falta de protocolos estandarizados para su
uso eficaz y seguro.
Estos retos representan una invitación a ingenieros y tecnólogos comprometidos con su sociedad a desarrollar dispositivos y sistemas que ayuden a mejorar las capacidades motoras de los pacientes y, en consecuencia, su calidad de vida.
Actualmente, en la Universidad Anáhuac Puebla a través de su programa de Ingeniería
Mecatrónica se impulsa un proyecto para desarrollar un “Entorno virtual de asistencia
remota para la rehabilitación motriz post-ictus”, que busca mejorar el acceso a terapias
especializadas en poblaciones rurales y marginadas, contribuyendo a la reducción de
desigualdades en salud.
Por la alumna Elizabeth Victoria Loyola Muñoz
Estudiante de Ingeniería Mecatrónica de la Anáhuac Puebla