El Colegio de Ingenieros Civiles del Estado de Puebla (CICEPAC) advirtió que varios inmuebles históricos y de uso público, como el Palacio Municipal y la Iglesia de San Agustín, podrían presentar daños acumulados por sismos anteriores.
Los especialistas señalaron que algunas afectaciones no son visibles, pero representan un peligro real para la población.
La alerta se dio durante una rueda de prensa encabezada por Alejandro Muñoz Muratalla, presidente del XXIX Consejo Directivo del CICEPAC, previo al 2° Simulacro Nacional 2025, programado para este 19 de septiembre a las 12:00 horas.
Por su parte, Sebastián Serrano Vega, secretario del Consejo Consultivo de la Sociedad Mexicana de Ingeniería Sísmica, destacó que actualmente no existe un método científico que permita predecir con exactitud el momento de un temblor.
Por ello, enfatizó que los edificios deben mantenerse en condiciones adecuadas para resistir movimientos telúricos.
“En el sismo del 15 de junio de 1999, los mayores daños se concentraron en estructuras de mamposterías sin refuerzo como Iglesias y casas de adobe. La mayoría de esas estructuras tenían daño acumulado producto de temblores anteriores”, sentenció.
Asimismo, María Teresa Herrera Mandujano, vicepresidenta de Actualización Profesional del CICEPAC, presentó el primer Foro de Actualización de la Zonificación Geotécnica del Municipio de Puebla y Áreas Conurbadas, así como el Simposio “Impacto de los Sismos en las Edificaciones y Relevancia de las Normas”.
Estas actividades buscan que ingenieros y autoridades adopten medidas preventivas para proteger a la ciudadanía.
Palacio Municipal de Puebla ha resistido varios sismos
El primer inmueble del Ayuntamiento de Puebla se construyó en 1536 como una sola planta destinada a la sala de cabildo, archivo y oficinas.
Con el crecimiento de la ciudad, se edificó un segundo nivel y se modernizó parte de la estructura.
La construcción de la actual estructura comenzó en 1887 y concluyó en 1906, incorporó elementos del original y adoptó un estilo neoclásico porfiriano con influencia francesa.
La obra utilizó piedra de cantera de Santo Tomás Chautla y San Pablo Xochimehuacan, bóvedas de acero y acabados de mármol de Carrara, además de detalles de yesería en muros y plafones.
El Palacio ha soportado varios sismos importantes. Durante el temblor de junio de 1999 requirió reparaciones significativas y permaneció cerrado hasta septiembre del 2000.