El mundo del espectáculo tiene puestos sus ojos en una corte federal de Nueva York, donde el rapero y productor Sean “Diddy” Combs será sentenciado este viernes, tras ser declarado culpable de dos cargos de transporte para ejercer la prostitución, delitos que le podrían acarrear hasta 20 años de prisión.

La esperada audiencia llega después de que el martes el juez Arun Subramanian rechazara la petición de la defensa de anular el veredicto o celebrar un nuevo juicio, allanando el camino para la sentencia definitiva.

Un juicio con testimonios explosivos

Aunque el jurado lo exoneró en julio de los cargos más graves –crimen organizado y tráfico sexual, que implicaban cadena perpetua–, el proceso judicial sacó a la luz acusaciones estremecedoras. El testimonio más contundente fue el de su expareja, la cantante Cassie Ventura, quien relató una relación de más de una década marcada por abusos físicos y sexuales.

Ventura describió cómo Diddy la obligaba a participar en sus llamados “freak offs”, maratones sexuales con prostitutos que podían durar días y estaban acompañados de un alto consumo de drogas. Otra mujer, identificada como “Jane”, corroboró estas prácticas durante su relación con Combs entre 2021 y 2024.

Posturas enfrentadas: ¿11 años o 14 meses?

La fiscalía y la defensa han presentado recomendaciones de sentencia diametralmente opuestas:

  • La Fiscalía ha solicitado no menos de 11 años de cárcel, argumentando «décadas de abuso» y que el rapero «no muestra arrepentimiento» y justifica sus acciones.

  • La Defensa, encabezada por el mediático abogado Marc Agnifilo, pide una condena de no más de 14 meses, alegando que debe ser juzgado solo por los cargos probados. Dado que Combs lleva recluido desde septiembre de 2024, prácticamente habría cumplido esa pena.

Las cartas al juez: entre el trauma y el apoyo

El juez Subramanian ha recibido una avalancha de cartas que pintan dos retratos completamente diferentes del acusado.

Por un lado, Cassie Ventura escribió una emotiva misiva describiendo el trauma que aún padece: «Todos los días tengo pesadillas y sigo necesitando tratamiento psicológico para lidiar con mi pasado. Me preocupa que Combs o sus cómplices vengan a por mí o a por mi familia». Otras víctimas, como su ex empleada Capricorn Clark, han pedido una «pena sustancial».

Por el otro, familiares y allegados –incluyendo su madre, seis de sus hijos y la rapera Yung Miami– han defendido al magnate, describiéndolo como un hombre «cariñoso» y solidario. Incluso una de las acusadoras originales, Virginia Huynh, retiró su apoyo a la fiscalía y pidió al juez que le conceda la libertad, asegurando que Diddy «reconoció sus errores».

La sentencia de este viernes marcará el epílogo judicial de uno de los casos más sonados y escabrosos en la historia del espectáculo reciente.

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