Hoy se cumplen tres años del asesinato de Esmeralda Gallardo, madre buscadora del estado de Puebla, quien fue asesinada el 4 de octubre de 2022, por personas con armas de fuego en la colonia Villa Frontera de la ciudad de Puebla.
Esmeralda murió buscando a su hija Betzabé. Desde que desapareció el pasado 13 de enero de 2021, cuando tenía 22 años, en los límites de Puebla y Tlaxcala, su madre emprendió una lucha incansable por encontrarla.
En su búsqueda, vinculó la desaparición de su hija con un presunto narcomenudista, y solicitó medidas de protección a la Fiscalía General del Estado; sin embargo, y pese a que en 2022 se le otorgaron dichas medidas, estas se implementaron sin un análisis de riesgo adecuado y fueron suspendidas, por lo que Esmeralda fue asesinada meses después, desprotegida y sola.
En 2024, la Comisión de Derechos Humanos reconoció esta falla como una omisión de las autoridades, y exigió una reparación del daño, por lo que en respuesta el Ayuntamiento de Puebla declaró el 4 de octubre como el Día de las Madres Buscadoras en la capital del estado. Sin embargo, el crimen de Esmeralda sigue sin esclarecerse y su hija continúa desaparecida.
Frente al Árbol de la Esperanza, instalado en el Zócalo de Puebla, compañeras y colectivos de búsqueda recordaron la tragedia exigiendo:
• Justicia para Esmeralda y castigo a los responsables de su asesinato.
• Búsqueda inmediata y efectiva de Betzabé y de todas las personas desaparecidas en Puebla y en México.
• Fin a las amenazas, el abandono y la indiferencia hacia las familias buscadoras.
También recordaron a Rosario, madre de José Armando, quien falleció en 2024 sin haber encontrado a su hijo.
Historias como la de Esmeralda y Rosario reflejan el rostro más doloroso de la impunidad: el de las madres que mueren sin saber qué fue de sus hijos.
