Ocho años después de permanecer cerrado por los daños ocasionados por el sismo de 2017, el Hospital General Regional No. 36 del IMSS, mejor conocido como San Alejandro, reabrió sus puertas este jueves, marcando el inicio de una nueva etapa en la atención médica para más de dos millones de derechohabientes poblanos.
Aunque la inauguración oficial aún no se realiza, el hospital comenzó operaciones parciales en fase de prueba, con la apertura de los servicios de urgencias y consulta externa. Desde tempranas horas, ambulancias y taxis arribaron al renovado complejo hospitalario trasladando a pacientes, en su mayoría adultos mayores, provenientes principalmente del saturado Hospital de La Margarita.
Reconstruido con una inversión cercana a los 3 mil millones de pesos, el nuevo San Alejandro cuenta con 282 camas censables, 35 consultorios, 6 quirófanos, 4 salas de endoscopía, 10 sillones de quimioterapia y 17 máquinas de hemodiálisis, además de un equipo humano integrado por más de dos mil trabajadores, entre ellos 372 médicos especialistas.
La reapertura del hospital, que en su momento fue uno de los más grandes de América Latina, representa un respiro para el sistema de salud en Puebla tras años de saturación hospitalaria. En su fachada, una lona con la leyenda “Bienvenidos al renacer de San Alejandro” da la bienvenida a los pacientes.
No obstante, el inicio de operaciones ha sido cuidadosamente controlado: el acceso se limita a quienes cuentan con cita previa y, en algunos casos, se solicita un código QR enviado por mensaje, procedimiento que ha generado confusión entre algunos adultos mayores.
El inmueble, demolido y reconstruido desde sus cimientos, ofrecerá 35 especialidades médicas, entre ellas Gastroenterología, Neurología, Ginecología y Dermatología. Aunque aún restan áreas por equipar y ajustar, su regreso simboliza no sólo la recuperación de un edificio, sino también la resiliencia y esperanza de una ciudad que esperó más de ocho años para volver a ver renacer su hospital insignia.
