Este día se celebra la fiesta litúrgica del beato Juan de Palafox y Mendoza figura importante en el mundo no solamente religioso sino en el mundo cultural de Puebla. Su padre un hombre noble de Aragón Don Jaime de Palafox y su madre Ana de Casanate. Palafox va a ir a la Universidad más grande en ese entonces del reino español, que es la Universidad de Salamanca. Es ahí donde Palafox toma el camino al sacerdocio, complementando los estudios de Salamanca con otras universidades en Huesca y Alcalá.
Ya siendo sacerdote, el Duque de Olivares decide que Juan de Palafox auxilie al rey en importantes tareas no solo en la vida espiritual de la familia del Rey sino en todo aquello que esté relacionado con la monarquía.
Su labor en la nueva España fue formidable entre los años de 1640 y 1642 Palafox tuvo los cargos equivalente al de Presidente de la Republica, presidente de la Suprema Corte de Justicia, presidente del Congreso, Auditor Fiscal de la Federación, Arzobispo de México y Obispo de Puebla y acá tenía los cargos de Juez de residencia, Visitador General, Virrey, Arzobispo de México y Obispo de Puebla.
Vale la pena destacar que su obra en Puebla a la que llamó Raquel y por la que hizo un juramento de nunca abandonarla le legó una hermosísima Catedral, la primera Biblioteca Pública que es la biblioteca Palafoxiana, los llamados seminarios tridentinos provenientes del Concilio de Trento. Si Puebla hoy es considerada la joya del barroco, se debe esto gracias a Palafox. El legado de Palafox no es solo la obra material de sus bibliotecas, de los hospitales que fundó, la obra más grande fue su obra espiritual, gracias a Palafox el Obispado de Puebla tuvo una importancia enorme, nuestra ciudad, nuestro estado se llama hoy en día Puebla gracias a él y su relación con Jesús en la entrega a los demás, Juan de Palafox y Mendoza fue beatificado el 5 de junio de 2011 en una solemne ceremonia presidida por el cardenal Angelo Amato y que tuvo lugar en la Catedral de El Burgo de Osma.