Un artesano es toda persona que realiza un trabajo manual y elabora piezas que son totalmente exclusivas, únicas y personalizadas; así sus creaciones están siempre de acuerdo con los gustos de los clientes.

En la radiodifusión, cientos de personas comprometidas trabajan con singular destreza, mantienen viva la magia del medio sonoro y contribuyen a la permanencia del mismo, cumpliendo con las características de quienes artesanalmente elaboran piezas auditivas efímeras, pero de gran expresión popular.

Es así, que la artesanía se considera como un vínculo cultural en su entorno social, con grupos políticos , empresariales y hasta con la naturaleza, pues quien hace radio, siempre habrá de considerar su ubicación geográfica, para sus creaciones y otorgar un gran valor a las percepciones y diversas expresiones de sus audiencias.

Creatividad es lo que caracteriza a quienes hacen radio artesanal.

En México, las comunidades rurales e indígenas indudablemente saben de artesanía, pues de manera histórica e incansable han de buscar siempre, espacios donde puedan manifestar su cultura, tradiciones, lenguas, fiestas, estructuras comunitarias y donde puedan plantear la resolución de los conflictos que alteren su convivencia cotidiana.

La radio ha significado un mecanismo incidente para que las instituciones del Estado Mexicano, en cualquiera de sus tres niveles, hagan caso a ese llamado de atención cultural, que desde las comunidades realizan las y los ciudadanos, quienes armados con gran voluntad de progreso y cambio positivo, deciden hacer radio de forma empírica, a mano, sin el uso de las más nuevas tecnologías y mucho menos con los recursos de grandes empresas dedicadas a la radiodifusión comercial.

El Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), como órgano regulador de las estaciones de radio en nuestro país, tiene como una de sus principales acciones, garantizar que pueblos y comunidades indígenas obtengan y operen concesiones de radiodifusión que les permitan promover, desarrollar y preservar sus lenguas, identidad, cultura, conocimientos, tradiciones y normas; buscando la inclusión de los pueblos originarios en la vida nacional y asegurar su derecho constitucional a medios de comunicación que mandata el artículo 2º de nuestra Carta Magna.

En 2014, luego de la Reforma Constitucional en materia de Telecomunicaciones, se reconoció la figura de concesiones de uso social comunitario e indígena y en la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión (LFTR), se estableció el procedimiento para facilitar el acceso a todos los interesados, el financiamiento a través de los entes públicos y la obligación del IFT de reservar el 10% de la banda de Frecuencia Modulada (FM) en la parte alta, así como considerar el otorgamiento de estaciones de Amplitud Modulada (AM), en un segmento diferente para este tipo de concesiones.

Son 81 concesiones de uso social comunitario e indígena que, en estricto apego a la normatividad vigente del IFT, operan a lo largo y ancho del territorio nacional y basan sus estructuras de acción en la pasión por mejorar su entorno comunitario, más que por el resultado monetario de la misma, tal como la mayoría de los artesanos lo hacen, sin embargo, las condiciones de las radios comunitarias e indígenas, pueden mejorar sustancialmente, si se comparten experiencias y se abren espacios académicos donde se realicen foros que coadyuven a la prosperidad de las emisoras y sus colaboradores.

Y de cómo hacer radio artesanal, la instalación de emisoras en comunidades rurales, la comparativa y diferencias con la radio comercial, además de otras reflexiones en torno al medio de centenar existencia nacional, es de lo que se hablará del 24 al 26 de noviembre próximo, durante el Tercer Congreso Nacional de Radios Comunitarias, organizado por el Consejo de Ciencia y Tecnología del Estado de Puebla, la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la BUAP y el Parlamento Comunitario de los Derechos de la Naturaleza.

El encuentro en línea, contará con cientos de especialistas de la radiodifusión en Latinoamérica y el Caribe, quienes compartirán sus conocimientos, problemáticas y experiencias, en la búsqueda de establecer una agenda común para construir esquemas de participación, comunicación solidaria, colectiva y colaborativa; establecer un censo de radios ciudadanas, así como otorgar herramientas para que los asistentes a este congreso virtual, puedan implementar y mejorar sus programas o estaciones donde colaboren.

Se trata de seguir haciendo radio, pero que se haga bien y a la primera.

Nos escuchamos la próxima, en tanto tenga usted ¡muy buen día!

Facebook: Omar Espinosa Herrera.

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