“Viva o muerta la quiero conmigo”, sostuvo la madre de Paulina Camargo a ocho años de la desaparición de la joven que, de acuerdo con doña Rocío Limón, desapareció José María, a quien calificó como un “monstruo desalmado”.

Este 25 de agosto, familiares y amigos convocaron a una caravana que inició en la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH), luego en el Congreso del Estado, Casa Aguayo (donde no pudieron pasar), Fiscalía General del Estado, Juzgados federales y finalizó en el Centro Integral de Servicios (CIS), en cada sede, colocaron un pliego petitorio dirigido principalmente al gobernador Sergio Salomón Céspedes Peregrina.

Doña Rocío Limón, madre de Paulina Camargo, declaró que en estos ocho años, ya no puede llorar más porque está seca a causa del dolor que le provoca no localizar tanto a su hija como nieto.

“No puedo dormir, vivo, estoy presente porque tengo familia y estoy obligada a cuidarla, pero en esto me he transformado desde que entré en la Fiscalía para hacer la denuncia”.

“Ocho largos años, he perdido personas. Eso le exijo al gobierno que se esclarezca. Chema es el responsable, es el autor intelectual, es un sociópata, él nos usó y nos mintió, arrastró a Paulina con mentiras como muchos hombres arrastran a muchas mujeres. Yo la dejé porque tuve confianza y vean lo que estoy viviendo, ya no puedo llorar, quisiera que las lágrimas salieran por mis ojos, se me secó el alma”.

Paulina Camargo desapareció el 25 de agosto de 2015, tenía 19 años de edad y cuatro meses de embarazo, de acuerdo con la madre, con engaños su pareja la llamó para luego desaparecerla.

“Exigimos saber dónde está Paulina y dónde está mi nieto, qué fue lo que le hicieron, quiénes participaron, nosotros no lo señalamos, nosotros le creímos cuando dijo que la había subido a un taxi, y no fue así, mintió, sale en vídeos de dependencias de la plaza solé y cámaras de vigilancia”.

Y mientras vive un calvario sin saber dónde están, reveló que José María se encuentra con lujos dentro del penal.

“Usa un reloj de marca, tiene parejas, le hacen su comida, sus padres le han pagado con el derecho que tiene, como si estuviera en la universidad, yo no quiero privar a un ser humano con sus derechos, pero él no es un ser humano, es un monstruo desalmado que merece ser castigado verdaderamente, que se ponga a trabajar para que haga algo en la reparación del daño, que repare el daño, que se quede en la cárcel, cadena perpetua para ese monstruo”.

Llamó a las instituciones para hacer su trabajo porque la Comisión Estatal de Derecho Humanos y Fiscalía General del Estado (FGE) han estado ausentes del caso y no han dado seguimiento puntual a sus demandas.

Entre las peticiones que realizó durante la caravana se encuentran: la búsqueda bajo la perspectiva de género, se aborden los aspectos para que no afecten la seguridad de Paulina e hijo, el acompañamiento de la comisión de derechos humanos en todo el proceso.

También que no quede impune el caso y el autor repare los daños para contribuir a la rehabilitación psicológica de las victimas de desaparición, no solo de la familia sino en general.

“La incertidumbre y dolor han tenido un impacto profundo en la salud y en la economía, respaldo de las autoridades de manera adecuada y justa y evitar dilaciones; se eviten demoras injustificadas”.

Finalmente, la creación de una iniciativa gubernamental para aumentar las medidas y sanciones de la desaparición; prevención de la violencia de género, la implementación del protocolo alba y que la familia no sea revictimizada.

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