Para nadie es un secreto que el Consejo Estatal de Morena, junto con la dirigencia que encabeza Olga Lucía Romero Garci-Crespo, es de origen “barbosista”, aunque hoy sus miembros ya no respondan completamente a los intereses de aquella corriente que tuvo de vida apenas un suspiro.

Cómo es la vida, y es que en el actual consejo de Morena en Puebla no hay operadores del gobernador electo de Puebla, Alejandro Armenta Mier, sino más bien “lideres” abyectos que seguían instrucciones salidas de Casa Aguayo.

Así como lo lee, y es que al mandatario no había quien lo aceptara en el periodo barbosista de Morena, aunque hoy por hoy todo sea distinto y ahora todos lo amen y lo idolatren.

De hecho, una vez que quedó conformado el organismo político más importante de Morena en Puebla (agosto de 2022) los titulares de todos los medios anunciaron que el entonces grupo barbosista se había impuesto y se había agandallado el 80 por ciento de los espacios.

El grupo barbosista, todavía encabezado en la operación en tierra por Eric Cotoñeto Carmona, movió los hilos y su estructura para que el resultado de las 15 asambleas distritales que se llevaron a cabo el 30 de julio de aquel entonces favoreciera a la corriente encabezada por Luis Miguel Barbosa Huerta, gobernador en turno de Puebla.

El Consejo Estatal de Morena está conformado por 150 personas, 10 por cada uno de los distritos electorales que corresponden al estado.

De acuerdo a los resultados finales, el barbosismo se adjudicó al menos 120 de las 150 consejerías estatales de Morena. En tanto que las corrientes antagónicas apenas se quedaron con el resto de las consejerías, es decir un total de 30.

Los “lideres” morenistas, enemigos de Miguel Barbosa, que lograron espacios en el Consejo Estatal de su partido fueron, Claudia Rivera Vivanco, actual diputada federal; el senador Ignacio Mier Velasco, Rodrigo Abdala Dartigues, uno de los voceros armentistas, así como Julio Huerta Gómez, diputado local electo.

La actual presidenta de Morena, Olga Romero, fue quien designó Barbosa como la responsable del Comité Ejecutivo Estatal (CEE) de su partido por el periodo 2022-2025, es decir tres años. Y lo mismo sucedió con el experredista Agustín Guerrero Castillo, actual secretario general.

Pura estirpe y linaje barbosista existe en el actual Consejo Estatal de Morena, mismo que preside otro personaje que muy leal al exgobernador fallecido, Andrés Villegas Mendoza.

Me pregunto ¿en qué consejero morenista podría confiar el gobernador electo, Alejandro Armenta, cuando todos operaron siempre en su contra?

¿O a poco creen que él ya olvidó que fue este mismo consejo el que evitó postularlo como uno de los cuatro aspirantes que serían medidos en aquella encuesta final para definir al abanderado de Puebla?

Yo no lo creo.

Es más, recordemos cómo quedo aquella votación del flamante consejo morenista: Julio Huerta, el famoso primo incómodo de Barbosa, se llevó la votación con 63 sufragios; Nacho Mier obtuvo 44 votos; Lizeth Sánchez García, exsecretaria de Bienestar del gobierno estatal y propuesta por el Partido del Trabajo (PT), se adjudicó 55 sufragios; mientras que Olivia Salomón Vivaldo, exsecretaria de Economía, se agenció 48 votos.

Vaya golpes y vueltas que da la vida, pues aquel consejo de Morena, el que ahora la rinde pleitesías al mismo Alejandro Armenta, sólo le regaló 6 votos y lo dejó fuera de la encuesta, a la que lo metió Morena nacional.

El primo incomodo fue quien se impuso en el consejo, aunque al final fue el que hizo el peor ridículo porque en la encuesta final de Morena quedó en último lugar y hasta la presidenta electa de México, Claudia Sheinbaum Pardo, lo bateó por huevonazo de su equipo.

La pregunta es ¿alguien aún duda que Morena en Puebla vaya a renovarse?

Porque cambios, evidentemente, debe haber a fin de que el gobernador electo tenga control total tanto en el consejo como en la dirigencia.

Es más, está claro que desde que la gente de Alejandro Armenta tomó la organización del partido las cosas mejoraron sustancialmente en lo operativo, no así en lo administrativo donde existe todo un cochinero.

De hecho, los morenistas de hueso colorado que simpatizan con Armenta, y quienes lo apoyaron desde el principio de la carrera por la gubernatura, se van a empezar a manifestar por una renovación total en su partido.

Por una limpia que beneficie y respondas a los intereses del mandatario electo, quien apenas el viernes 30 de agosto pasado sostuvo una reunión con los integrantes del CEE de Morena, quienes insisto, ahora si ya le rinden pleitesía.

 

 

poncharelazo@yahoo.com.mx

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Facebook: Alfonso González

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