Un derrame de hidrocarburo en el río San Marcos volvió a encender las alarmas de PEMEX por segunda vez, obligando a la empresa a cerrar las válvulas de flujo en la zona para reducir el riesgo de explosiones. La situación afecta a la junta auxiliar Villa Ávila Camacho, conocida como “La Ceiba”, y al municipio de Jalpan, donde autoridades han emitido alertas a las comunidades cercanas.

El personal de Protección Civil de Xicotepec lanzó una serie de recomendaciones urgentes para los habitantes de la región, instándolos a evitar cualquier actividad que pudiera generar una chispa, como encender estufas, cerillos o incluso fumar. Las comunidades más expuestas a la fuga de gases son Apapantilla y Piedras Negras en Jalpan, El Tepetate en Xicotepec, y María Andrea (o Coronel Tito Hernández) en Venustiano Carranza.

La fuga fue detectada la noche del 21 de octubre y ha mantenido en alerta a la población hasta la mañana del 22, con advertencias específicas de evitar el contacto con el agua del río San Marcos, uno de los más caudalosos del estado, que se encuentra aún más crecido debido a las lluvias recientes. El llamado incluye a quienes usan el agua del río para actividades de ganadería o para abastecer a sus animales, exhortándolos a mantenerse alejados de la zona afectada.

Además, las autoridades pidieron a los vecinos de las áreas cercanas que, de no ser necesario, no salgan de sus casas. Se recomendó tapar las rendijas de puertas y ventanas o cualquier espacio donde los gases puedan filtrarse, para evitar la inhalación de sustancias tóxicas que podrían poner en peligro la salud de los habitantes.

La rápida intervención de PEMEX y Protección Civil busca evitar una tragedia mayor, ya que las condiciones en la zona son altamente peligrosas por la presencia de gases inflamables que se están liberando en el ambiente.

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