Es un hecho que la designación de los próximos candidatos del PAN en Puebla, y de algunos otros partidos, saldrá de un consenso y acuerdo entre el gobernador del estado Tony Gali y el ex mandatario Rafael Moreno Valle Rosas (RMV).
¿Alguien lo duda?
Es más, la lista se dice que ya está casi completa.
Ya sólo falta definir algunos abanderados, los cuales primero se van a medir en las mentadas encuestas para poder cerrar sus designaciones.
Eso sí, Tony Gali tiene a sus favoritos.
Y, desde luego, también tiene identificados a algunos aspirantes en los que de plano en nada confía.
Porque la decisión del hoy GOBERNADOR sí que va a pesar al respecto.
¿Alguien también lo duda?
Tony Gali es un hombre de palabra y muy institucional pero nunca olvida las traiciones.
Ciertamente es un político muy sereno y una persona muy accesible pero sabe perfectamente quiénes son sus amigos y quiénes no.
Se va aponer bueno.
Otro factor de peso para quienes pretenden buscar una presidencia municipal, una diputación local, federal o hasta una regiduría es la secretaria general del PAN, Martha Erika Alonso.
Sobre todo porque ella también lleva mano en el tema de la definición de candidatos por dos cosas muy simples: porque es quien manda y ordena en el PAN y porque es la panista mejor posicionada para posiblemente disputar la gubernatura.
Porque en el albiazul no hay mejor perfil que ella para retener la gubernatura en 2018.
El resto de los posibles aspirantes está muy rezagado en la pelea.
Por lo pronto la disputa panista entre el yunque y el morenovallismo gira en torno a la candidatura al gobierno del estado, la cual, es un hecho, será para el actual grupo en el poder.
En ese sentido, insisto, Martha Erika es la primera opción y el presidente municipal de Puebla, Luis Banck Serrato, es la segunda, hasta el momento.
De allí para abajo están todos los que han expresado su interés por suceder a Tony Gali en el cargo pero con muy pocas posibilidades.
En el caso del Ayuntamiento de Puebla, la candidatura se la van a disputar Jorge Aguilar Chedraui, líder del Congreso; y Mario Riestra Piña, secretario general del Ayuntamiento de Puebla.
Hay que subrayar que el candidato del morenovallismo es Jorge Aguilar y el del galismo Mario Riestra.
Existe, además, una versión de que el acuerdo entre Moreno Valle y Gali es que el primero designe al abanderado al gobierno y el segundo al candidato para la capital del estado, cosa que definiría muy fácil las cosas.
Todo el círculo rojo sabe a quién apoya Gali y a quién apoya RMV.
No hay que hacerse bolas para entenderlo.
Hoy por hoy quien manda en el estado, pésele a quien le pese, se llama Tony Gali.
Y tampoco hay que hacer dramas porque el gobernador es un hombre de palabra, de una sola pieza, que respeta las figuras y las personalidades.
Los candidatos panistas, o aliancistas, de la próxima elección en Puebla deberán ser hombres y mujeres ganadores, con buenos números en la mano porque Tony Gali tiene que adjudicarse un triunfo contundente.
La continuidad a su proyecto de gobierno es la herencia que quiere dejar en Puebla.
Y así lo está cocinando con RMV y con el mismísimo líder nacional del PAN, Ricardo Anaya Cortés.
Porque los acuerdos nacionales también son del quehacer del gobernador poblano, quien va en caballo de hacienda en su gobierno a pesar de las adversidades y de la inseguridad.
Inseguridad que hay que decir no es exclusiva de Puebla sino del resto del país.
Por supuesto que Morena, lo saben perfectamente en el grupo en el poder, que es el rival a vencer en 2018.
Ya lo veremos.
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