Con 35 años de edad y una importante carrera política, Mario Riestra Piña reconoce la importancia de realizar ejercicio periódicamente, tanto que esta práctica ya forma parte de su vida.
Goza de correr, caminar o andar en bicicleta por las calles de Puebla, y sus recorridos le han permitido además de mantenerse saludable, conocer de cerca la ciudad, sentirla, y ver a los miles de ciudadanos que día a día se esfuerzan por trabajar.
Actualmente se desempeña como Secretario General del Ayuntamiento de Puebla, pero su trayectoria contiene el haber fungido como presidente de la Junta de Gobierno y Coordinación Política, cargo que le permitió curtirse en el arte de la interlocución con las distintas fuerzas políticas.
Mario Riestra platicó con Síntesis, y nos cuenta que su relación con el deporte inició en el 2013 (en el marco de la elección local), en ese momento tenía varios kilos más.
“Recuerdo perfectamente que estábamos en el marco de la elección local y tenía varios kilos de más. Si observan las fotos van a darse cuenta. A partir de ahí me puse a hacer ejercicio. Curiosamente en los primeros meses de la administración de Antonio Gali Fayad, sucedió algo muy simpático. Fue la carrera de la Cruz Roja en el municipio en la que fue invitado a dar el banderazo de salida y no pudo acudir y me mandó en su representación. Me dijo: vas a dar el banderazo y corres, no me había preparado ni 100 metros”.
Tras este episodio de su vida, del que pudo salir bien librado, Riestra Piña fortaleció sus lazos con el ejercicio, tanto que trata de trasladarse en su bicicleta frecuentemente de su casa al palacio municipal, y si no puede hacer esta rutina, sale a correr todas las mañanas, mientras que los fines de semanas lo hace en bicicleta; todo ello, le ha permitido realizar 4 medios maratones.
Y es que no sólo se trata de estar sano con las rutinas, también realizar actividad física periódicamente motiva a mejorar el ánimo, tener mayor energía y actuar propositivamente.
Pero además de aquellos beneficios, corriendo o andando en bici por la ciudad, también se puede sentirla de manera distinta y percibir incluso las caras que se pueden mejorar.
“Aunque no vivo cerca del centro tengo la oportunidad de venir a laborar en bicicleta y no sólo lo disfruto, sino que me permite vivir la ciudad de otra manera. Te das cuenta de sus imperfecciones, una ocasión se ponchó mi llanta con tornillos que formaron parte del mobiliario, y te das cuenta de todo lo que obstruye: vives la ciudad de manera distinta”
Calles amigables; generar cambios para bien de la capital
Una aspiración de quienes gozan del ejercicio y gustan recorrer las calles, como Mario Riestra y su familia, es que las calles de Puebla sean más amigables y seguras tanto para el peatón como para el ciclista.
Por lo que, en la medida de que vaya arraigándose la dinámica de utilizar vehículos no motorizados, motivará a las autoridades a optar por calles completas como la recién inaugurada en avenida Forjadores.
“Lo bonito de esto es que no necesitas de una vestimenta específica para caminar o salir a andar en bicicleta. Todos los podemos hacer en cualquier momento y cualquier circunstancia. Lo más importante es tener voluntad y actitud. Yo sí creo que en la medida de que esto se vaya arraigando va a generar cambios, que en la vida laboral se van a modificar patrones.
En tanto, el secretario general reconoce la importancia de sumarse a acciones saludables, dar este primer paso para modificar estilos de vida, máxime para quienes se dedican a la función pública.
“En un mundo tan competitivo como el actual, todos estamos sujetos a presiones y debemos encontrar los mecanismos de desfogue. El ejercicio permite reaccionar mejor ante el estrés y que tengamos más energía. Arrancar el día con dosis de ejercicio te permite la sabiduría de reaccionar.
Casi al final de la entrevista, Mario Riestra exaltó la importancia de vivir de cerca la calle, ya sea a pie o en bicicleta, para entender la ciudad, y de ahí emprender acciones, políticas públicas que permitan mejorar sus condiciones.
Una vez que tomó el gusto por el deporte, no lo soltará, pues sostiene que cambió su vida: “vi que se me estaba pasando la mano, no hacía nada de ejercicio y comía fuera de casa. Lo bonito de venir en bicicleta es que al tiempo que te trasladas haces una actividad deportiva”.
