Las dudas se convierten en precisiones, parece que los acusados dejan de serlo. La responsabilidad de la autoridad es que, en su afán de acusar, no cumple las exigencias de las obligadas pruebas.
Veo y escucho al famoso abogado Javier Coello Trejo, festejar que Emilio Lozoya sea presentado como imputado y no como testigo. La imputación permite conocer el expediente con las acusaciones a su cliente. El defensor añade que no recurrió al amparo porque cree en lo que afirma Lozoya y está limpio por dentro y por fuera.
¿Por qué y para qué el amparo? Tanta seguridad asombra. No es ficticia. Es la expresión de seguridad de un abogado famoso, que también pone en juego su prestigio.
Igual el caso de Rafael Márquez, estrella de futbol, ídolo de multitudes, jugador estelar en alineaciones mundiales como el Mónaco y el Barcelona. También se mueve con seguridad, lamentando que lo hayan dejado sin dinero y embargadas todas sus propiedades, los niños humildes que practican el futbol y reciben la educación que les niegan sus hogares, lloran que su benefactor ande en juzgados y sus instalaciones permanezcan cerradas y con sellos.
Rafa sufre el peso de la desgracia inesperada, pero se apresta a luchar contra el poder de una institución de EU que no respeta la vida ajena.
DESEO que los dos personajes sean inocentes y limpien la atmosfera de corrupción que hoy ciega a todos los mexicanos.
EL TLC, PEÑA Y EL “TAPADO”
Enrique Peña Nieto empieza a vivir la agonía del poder. Los presidentes sufren horas de angustia y de apremios a menos de un año de las elecciones que abrirá el paso al sucesor. Ernesto Zedillo no pudo repetir el alivio de presidentes que destapan el “tapado” y presenció, impertérrito, la victoria de Vicente Fox, iniciándose la esperada alternancia en el poder, que nos fue mal con un frustrado Vicente Fox.
Al recuperar la presidencia de la República para su partido, a Peña Nieto le queda la dorada oportunidad de descubrir el “tapado”, aunque las condiciones ya no son las mismas de los sexenios de bonanza política.
Peña Nieto tuvo que recurrir a un político ajeno a su partido para tener un digno contendiente en las candentes elecciones del año próximo, que tienen como serio oponente al favorito en todas las encuestas, López Obrador. Barajeó sus cartas y extrajo una, con el nombre de José ANTONIO Mead, secretario de Hacienda, que no garantiza la victoria pero que cuenta con armas para ver de tú a López Obrador.
La discusión del TLC sirve de distracción y de vitrina en el álgido momento político que envuelve a México y que espera una buena reacción que sacude y despierte a millones de mexicanos
Desde mi asiento advierto un interés desusado para las elecciones de julio de 2018 y, como todo mexicano, deseo y espero lo mejor.
YA ES HORA. Ya nos toca.