Atlixco. Abarrotada, esa es la palabra con la que se puede definir a esta ciudad en este primer fin de semana de Villa Iluminada, feria de la Noche Buena y carrera Atlixco Pueblo Mágico, desde el mismo viernes, día del encendido de las luces se notó la afluencia de la gente.
Para algunos es bueno para otros no tanto, en el caso de los primero se debe a que muchas familias que año con año desde el 2010 saben que este evento es uno de los mas fuertes encuanto a circulación de efectivo y para otro tanto más, de los que vieron severamente afectados sus ingresos tras el sismo del 19 de septiembre es la oportunidad de reponerse del desfalco que genero restaurar local o casa.
Así vehículos con placas del Estado de México, Ciudad de México, Veracruz, Queretaro, Hidalgo, Oaxaca, Morelos y ciudad de Puebla desfilan por los principales accesos para apreciar un poco de la magia de este pueblo que con gran esfuerzo se repone de fenómeno natural del pasado septiembre.
Por el otro lado están los que critican la Villa Iluminada por ser creación de un panista, también están los que no les gusta la época navideña y está el grueso de la población que piden urgentemente a la administración municipal una mejor estrategia en lo que a movilidad se refiere, debido a que se convirtió en toda una odisea ir de norte a sur de la ciudad o de este a oste, debido a la cantidad de autos conducidos por visitantes.
Las quejas y solicitudes han quedado plasmadas en las redes sociales, principalmente facebook, en donde los atlixquenses han volcado su preocupación debido a que la saturación de las vialidades en esta pequeña ciudad es a tal grado que poder llegar del asta bandera al centro de la ciudad donde se realiza la Villa Iluminada, entre las 18 y las 21 horas significa tener la paciencia para invertir a vuelta de rueda 60 minutos al menos.
De igual manera están los que piden colaboración por parte de los quejosos en el entendido que es por el beneficio de Atlixco y sus habitantes, haciendo el llamado a no usar vehículos locales después de las siete de la noche, caminar o subirse al transporte público.